Él es el gran perdedor de esta elección presidencial. Ciro Gomes encarnó durante dos décadas una de las corrientes más importantes de la política brasileña, la del Trabajo. Exalcalde, diputado y gobernador del Estado de Ceara (Nordeste) fue ministro en varias ocasiones y candidato en tres ocasiones a la presidencia. En 2018 fue el tercer hombre en la papeleta, con el 12,43% de los votos. Pero desde entonces el líder del Partido Laborista Democrático (PDT) ha defraudado. Cantor del «bolsoptismo», poniendo al mismo nivel la izquierda de Lula y la extrema derecha, se negó en 2018 a convocar a votar contra Jair Bolsonaro (y se fue de vacaciones a París en el entre-dos-vueltas…). Esto nunca se lo perdonó el Partido de los Trabajadores (PT). Este año, “Ciro” realizó una campaña populista con matices escandalosos, llegando incluso a llamar a Lula “fascistoide” y atacarlo por su edad. Fue mucho más «cariñoso» con Bolsonaro. Le costó caro, a muchos de sus seguidores, e incluso dentro de su propio partido, dejarlo ir. Con un 3,04%, terminó por detrás del centrista Simone Tebet. Y uno puede imaginar, a sus 64 años, que tomará distancia de la política nacional por un tiempo.