La Alta Autoridad de Salud (HAS) recomendó el lunes 31 de julio la obligatoriedad de vacunación de los cuidadores contra el sarampión. Por otro lado, considera que no es deseable hacer lo mismo con la vacunación contra la gripe, aunque sigue siendo muy recomendable.
La autoridad sanitaria, cuyo consejo generalmente sigue el gobierno, recomienda “imponer la obligatoriedad de inmunizar contra el sarampión a los profesionales, y mantener las recomendaciones de vacunación contra la tos ferina, influenza, hepatitis A y varicela”según un comunicado de prensa.
HAS toma nota, por tanto, de la eficacia de las vacunas existentes contra el sarampión y del riesgo que representa la enfermedad en el ámbito hospitalario, en particular en los bebés.
La Alta Autoridad, que lamenta no obstante la baja proporción de cuidadores que se vacunan contra la gripe, también señala la irregularidad de la eficacia de las vacunas antigripales de un año a otro. También reconoce la falta de datos sobre el riesgo real que representa la circulación de la influenza en los establecimientos de salud.
En cuanto a las demás vacunas mencionadas, la autoridad toma una posición similar: mantiene su recomendación sin incentivar la obligatoriedad.
Este dictamen sigue a la publicación a finales de marzo de una primera parte sobre las vacunas impuestas a los cuidadores (Covid-19, difteria, tétanos, poliomielitis y hepatitis B). Fue en esta oportunidad que recomendó levantar la obligación sobre las vacunas contra el Covid-19, decisión entonces avalada por el gobierno.