La idea del enorme parque Seebahn de Zúrich corría el riesgo de fracasar. Pero ahora los iniciadores quieren simplificar el proyecto.


Techo y secciones accesibles: la asociación Seebahnpark adopta un nuevo enfoque.

La asociación Seebahnpark quiere ahora dividir la enorme zona verde en seis subparques. La sección delante del material a perforar debe comenzar con el agujero.

Selina Haberland / NZZ

Existe este mapa oficial de las autoridades de Zúrich que muestra dónde se podrían crear nuevos parques recreativos en la densamente poblada ciudad del futuro. Una entrada destaca, simplemente por su tamaño: el Seebahnpark.

Se trata de la idea de una asociación privada de techar la vía férrea enterrada que discurre formando un amplio arco desde la estación principal hasta la estación de Wiedikon. Esto crearía más de 40.000 metros cuadrados de parque. Eso es aproximadamente dos veces y media la Sechseläutenplatz. En comparación, la mayoría de los demás proyectos en el mapa son cosas pequeñas.

El único problema es que, aunque el Seebahnpark se incluyó en el plan general municipal, es decir, en la planificación vinculante, los expertos responsables de la ciudad lo descartaron durante las discusiones entre bastidores: el proyecto era demasiado grande y demasiado caro. Y demasiado peligroso.

Así se informó en agosto en una reunión de la asociación Seebahnpark. Al principio la cifra era de 200 millones de francos, pero luego el ingeniero municipal dijo que costaría el doble. Una cantidad que, según la asociación, “surge completamente de la nada”.

Para alcanzar su objetivo, los miembros del club emprenden ahora un nuevo camino. Hicieron pública la estrategia, que se basa en un estudio de viabilidad, este jueves. Según el lema: ¿Cómo se traga una ballena? (Respuesta: pieza por pieza). Quiere dividir el parque en seis subparques e implementarlos uno tras otro. La sección delante del material a perforar debe comenzar con el agujero.

Se proporciona un nuevo techo transitable en lugar de una cubierta.

Para reducir aún más los costos, se ajustó el diseño. Ya no se trata de una cubierta cerrada, sino de una especie de cubierta transitable sobre soportes prefabricados de hormigón. Esto dejó aberturas a ambos lados que dejaban entrar luz y aire a la trinchera del ferrocarril marítimo. Esto también pretende tener en cuenta las preocupaciones de seguridad de SBB.

La asociación encargó a una empresa de ingeniería que desarrollara esta solución. Los costes son difíciles de estimar, sobre todo porque las operaciones ferroviarias no pueden interrumpirse, lo que complica la construcción. Pero a título orientativo, la construcción exterior de la primera parte del parque se estima en 30 millones de francos y en 200 millones de francos para todo el parque.

Pero mucho depende todavía de la voluntad de la ciudad. Según la asociación, las conversaciones iniciales con la SBB han demostrado que el ferrocarril en sí no tiene ningún interés en el proyecto y mucho menos en un compromiso financiero. Sin embargo, si la ciudad actuara como promotor, sería posible que recibiera derechos de construcción de la SBB.

De momento no hay confirmación de esta representación por parte de la ciudad ni de la SBB.

Más por venir.



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