Los precios inflacionarios, el aumento de las tasas de interés, los crecientes problemas de desgaste y el ritmo acelerado de la transición energética están conduciendo a un ciclo de cargas crecientes.
La industria de la energía eólica se ha encontrado en enormes dificultades en medio de un gigantesco auge de los subsidios y está luchando con costos de construcción inflados, problemas logísticos, procesos de aprobación burocráticos y lentos y dificultades crecientes con la durabilidad de la maquinaria.