Se está instalando una actualización de software en la Voyager 2 en un intento por mantener la nave espacial en funcionamiento el mayor tiempo posible.
El año pasado, el sistema de control y articulación de actitud (AACS) de la Voyager 1 comenzó a enviar datos aleatorios a la Tierra, y los ingenieros de la NASA tardaron meses en descubrir por qué. Resulta que el AACS había entrado en un modo incorrecto, pero no está claro por qué ocurrió el cambio de modo en primer lugar. Este parche de software está destinado a evitar que le suceda lo mismo a la Voyager 2 (y nuevamente a la Voyager 1).
Suzanne Dodd, directora del proyecto Voyager, explica que «este parche es como una póliza de seguro que nos protegerá en el futuro y nos ayudará a mantener estas sondas en funcionamiento el mayor tiempo posible… Estas son las únicas naves espaciales que jamás han operado en el espacio interestelar, por lo que Los datos que envían son excepcionalmente valiosos para nuestra comprensión de nuestro universo local».
Como la Voyager 2 se encuentra a más de 12 mil millones de millas de distancia, se necesitaron más de 18 horas para enviar el parche de software a la sonda el viernes. Existe el riesgo de que el parche sobrescriba código esencial o tenga consecuencias no deseadas, por lo que se está llevando a cabo una lectura de la memoria AACS para asegurarse de que esté en el lugar correcto. Si no se encuentran anomalías, la actualización se activará el 28 de octubre.
La Voyager 1 también necesita tener instalado el parche, pero debido a que está más lejos de la Tierra (más de 15 mil millones de millas), los datos que envía son más valiosos. Teniendo esto en cuenta, la NASA decidió utilizar la Voyager 2 como «banco de pruebas para su gemela».
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La Voyager 2 sufrió su propio problema a principios de este año cuando la NASA perdió contacto con la sonda debido a una serie de comandos planificados que «inadvertidamente causaron que la antena apuntara a 2 grados de la Tierra». La comunicación se restableció mediante un «grito interestelar», lo que permitió que la misión continuara al menos hasta 2026.
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