La nominación al Oscar 2023 de Andrea Riseborough es merecida, pero es un arma de doble filo


Lo que hizo que la campaña «To Leslie» de Riseborough fuera tan diferente a cualquier otra campaña que se haya intentado antes no fue solo lo avanzado del juego. Tenía que ver con la gran cantidad de personas que de repente elogiaron la actuación de la actriz; entre los defensores famosos de Riseborough se encontraban Kate Winslet, Julia Louis-Dreyfus, Jane Fonda, Greg Kinnear y Laura Dern.

Sin embargo, esto también expone el nervio crítico que opera en casi todas las ceremonias de premiación. Son, en esencia, un concurso de popularidad: los posibles nominados utilizan sus conexiones y grupos de amigos de Hollywood al máximo, creando campañas elaboradas «Para su consideración» que resaltan cuán popular fue su actuación o película. Esta es precisamente la razón por la que cada año, las discusiones sobre quién o qué fue rechazado son más animadas que sobre qué fue nominado realmente. Por mucho que a estos organismos les guste decir que están recompensando a los destinatarios en función del talento, todo se reduce a qué nominados son mejores para charlar y establecer contactos. Si realmente se trata de recompensar el talento, las listas reales de nominados probablemente se verán drásticamente diferentes.

Es difícil no apoyar a Riseborough. Al apoyarse completamente en esta falla institucional, pudo lograr algo que nadie podría haber visto venir. Desafortunadamente, no podemos pretender que esta exposición fue una especie de gran declaración contra la Academia. Era simplemente una versión más pública y abierta de las campañas habituales realizadas durante la temporada de premios.



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