Los críticos no han sido particularmente amables con la película, que actualmente tiene un índice de aprobación del 33% en Rotten Tomatoes. El puntaje de audiencia es mucho mejor, 76%, pero con la venta de entradas tan baja y extendida por todo el país, es difícil generar un boca a boca significativo. Para complicar aún más las cosas está el hecho de que Daisy Ridley, Ben Mendelsohn y el resto del elenco no pudieron acudir a la prensa para promocionar la película ya que la huelga del Screen Actors Guild aún se prolonga. Si tuvieran la libertad de hablar con los medios, eso sin duda habría ayudado a correr la voz sobre una película que, por lo que parece, tuvo un gasto en marketing bastante conservador.
Esto no es lo que esperaban Lionsgate, STX o cualquiera de los involucrados. El estudio incluso retrasó la fecha de lanzamiento para evitar «Taylor Swift: The Eras Tour», pero ese movimiento no ayudó mucho. Se supone que esto estaba dirigido a la misma audiencia que ayudó a hacer «Where the Crawdads Sing», un gran éxito el año pasado, con el thriller recaudando 140 millones de dólares en todo el mundo frente a un presupuesto de 24 millones de dólares. Aquí no hay tanta suerte.
Al observar la carrera de Ridley, esto parece particularmente desafortunado. Su papel estelar como Rey en una galaxia muy, muy lejana, que se remonta a la exitosa película «Star Wars: El despertar de la fuerza», debería haberle abierto la puerta a una gran carrera. En cambio, ha tenido poca suerte generando éxitos fuera de esa franquicia a lo largo de los años, siendo «Asesinato en el Orient Express» y la película animada «Peter Rabbit» las excepciones. Fallos como “Chaos Walking” y “The Bubble” de Netflix no han ayudado. Quizás es por eso que regresa como Rey en una nueva película de «Star Wars». De todos modos, parece que una estrella de su calibre merece algo mejor.