La compañía de ventas Visit Films, con sede en Nueva York, se ha embarcado en “Achilles”, el primer largometraje ambientado en Irán de Farhad Delaram, un cineasta prometedor cuyo cortometraje “Tattoo” ganó el Oso de Cristal en la Generación 14plus en Berlín en 2019.
“Achilles” tendrá su estreno mundial en el Festival de Cine de Toronto, seguido de un estreno europeo en San Sebastián. La película sigue a Farid –apodado Aquiles–, un ex cineasta reconvertido en médico ortopédico, que trabaja de noche en la capital de Irán. Una noche, lo llevan a la sala psiquiátrica restringida del hospital, donde conoce a Hedieh, una prisionera política que ha estado institucionalizada durante años. Su conexión inesperada desencadena un escape audaz, preparando el escenario para un viaje transformador a través de Irán. La pareja forja vínculos con conciudadanos que comparten adversidades, al mismo tiempo que evaden la persecución implacable de las autoridades gubernamentales.
La película está encabezada por Miraeed Molavian (“Tooman”) y Behdokht Valian (“Tattoo”). Está producido por Saeed Shahsavari, Frieda Oberlin, Johannes Suhm y Caroline Nataf (“Salem”). Los productores son las iraníes GalanGedan Film Production y Saeed Shahsavari, las alemanas Basis Berlin Filmproduktion, Barrieri Filmproduktion y la francesa Unité.
«Irán es un país maravilloso, pero políticamente complicado», dijo el presidente de Visit, Ryan Kampe. Añadió que “Delaram nos permite ver los delicados matices y las luchas de la gente común cuando se enfrenta a decisiones morales y personales que los afectan a ellos mismos y a quienes los rodean. »
Describió al director como “una nueva voz en el cine iraní contemporáneo” que ofrece una “perspectiva libre” sobre estos temas de actualidad.
Delaram, que nació y creció en Teherán, es parte de una ola de cineastas locales que abordan cuestiones políticas dentro de la sociedad iraní moderna. Varios cineastas y actores destacados han sido arrestados, juzgados o se les ha prohibido hacer películas, ya sea porque protestaron contra las reglas opresivas del régimen iraní o porque hicieron películas consideradas críticas. Un ejemplo reciente es el de Saeed Roustaee, condenado a seis meses de prisión por proyectar su última película, «Leila’s Brothers», en el Festival de Cine de Cannes.