Las sanciones tecnológicas estadounidenses contra China que suenan estridentes no son muy fuertes. Los datos oficiales del Departamento de Comercio muestran que EE. UU. aprueba casi todas las solicitudes de exportación de tecnología a China, según un nuevo informe del Wall Street Journal.
Los datos revelan que, en 2020, del <0,5% de las exportaciones a China que requerían licencia para exportar, el 95% fueron aprobadas. En 2021, la tasa de aprobación se redujo al 88%, lo que significa que casi nueve de cada 10 licencias de exportación de tecnología todavía tenían luz verde.
Recuerde, el propósito de estas sanciones es negar a China el acceso a la tecnología que podría destinarse (o reutilizarse) para su uso en equipos militares. Esta implementación se está quedando en el camino, según los críticos que han visto las cifras. Importantes semiconductores estadounidenses, tecnologías de inteligencia artificial e incluso componentes aeroespaciales todavía están siendo aprobados para su exportación, según el WSJ.
Un crítico destacado de estos controles laxos es Steve Coonen, exanalista de controles de exportación del Pentágono de China. Coonen, quien renunció a su cargo en el Pentágono hace casi un año, considera que las cifras destacadas por el WSJ son evidencia de un fracaso político significativo.
El quid de la cuestión parece surgir de la presión sobre el Departamento de Comercio para que lleve a cabo su propósito central, promover las exportaciones de EE. UU., y cómo esto supera actualmente la cuestión de los controles de exportación (particularmente con respecto a China).
No todos creen que valga la pena impulsar la política actual. A algunos les preocupa que los controles de exportación de EE. UU. perjudiquen a las empresas estadounidenses al tiempo que brindan oportunidades claras para los rivales en países de alta tecnología como Japón, Alemania y Corea del Sur.
El informe del WSJ hace referencia a los hallazgos del representante estadounidense Michael McCaul de Texas, que destacan el hecho de que las empresas chinas incluidas en la lista negra, como Huawei y SMIC, recibieron más de $ 100 mil millones en licencias de exportación entre noviembre de 2020 y abril de 2021. Las entidades incluidas en la lista negra no son No se niegan automáticamente las exportaciones, solo tienen que solicitar una licencia, que a menudo se otorga. También se cree que las entidades que no están en la lista negra podrían usarse para importar tecnología a China, que luego se desvían a las empresas incluidas en la lista negra.
SMIC ha estado enviando chips de 7 nm, basados en tecnología copiada de TSMC, desde 2021. Se suponía que el proceso de control de exportaciones de EE. UU. había sido un obstáculo importante para que China obtuviera semiconductores avanzados (y los medios para producirlos).
Las sucesivas administraciones estadounidenses han rechinado los dientes ferozmente con China, pero las cifras comerciales sugieren que esta política es mucho hablar en lugar de algo que alguna vez se haya implementado estrictamente.