La Unión Europea adopta una gran reforma de su mercado de carbono para alcanzar sus objetivos climáticos


Tras treinta horas de duras conversaciones, los negociadores del Parlamento Europeo y los Estados miembros de la Unión Europea (UE) llegaron a un acuerdo, en la noche del sábado 17 al domingo 18 de diciembre, sobre una amplia reforma del mercado europeo de carbono, pieza central del plan climático de los Veintisiete. El texto aún debe ser adoptado por el Consejo Europeo y el Parlamento Europeo.

Para cubrir sus emisiones de CO2los productores de electricidad y las industrias intensivas en energía (acero, cemento, etc.) en la UE ahora deben comprar «licencia para contaminar» sobre el mercado europeo de cuotas de emisión (ETS), creado en 2005 y que se aplica al 40% de las emisiones del continente. Las cuotas totales creadas por los Estados disminuyen con el tiempo para incentivarlos a emitir menos contaminación.

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La reforma, propuesta en julio de 2021 por la Comisión Europea, tenía como objetivo fortalecer el mercado total de carbono para lograr los ambiciosos objetivos de reducción de gases de efecto invernadero del plan climático de la UE. Según el acuerdo alcanzado, el ritmo de reducción de las cuotas propuesto se acelerará, con una reducción del 62 % en 2030 con respecto a 2005 (frente a un objetivo anterior del 43 %), lo que significa de hecho que los fabricantes afectados tendrán que reducir sus emisiones en un 62%.

Eliminación progresiva de los derechos de emisión gratuitos

El mercado de carbono se extenderá progresivamente al sector marítimo, a las emisiones de los vuelos aéreos intraeuropeos (para los que se suprimirán las cuotas gratuitas asignadas actualmente), y a partir de 2028 a las incineradoras de residuos (sujeto a un estudio favorecido por Bruselas).

A cambio de la introducción de un impuesto al carbono en las fronteras, la UE eliminará gradualmente las cuotas de emisión gratuitas distribuidas hasta ahora a los fabricantes europeos para que puedan hacer frente a la competencia de fuera de Europa. Al menos el 48,5% de estos “derechos a contaminar” el libre albedrío quedará abolido en 2030 y desaparecerá por completo en 2034, un calendario que fue objeto de una feroz disputa entre eurodiputados y Estados.

Otro punto controvertido: la Comisión propuso crear un segundo mercado de carbono (ETS2) para la calefacción de edificios y combustibles para carreteras. Asustados por el impacto social de un coste adicional de este tipo, los eurodiputados pidieron reservar esta medida primero para edificios de oficinas y vehículos pesados.

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Finalmente, los hogares sí pagarán un precio del carbono en combustibles y calefacción de gas o petróleo a partir de 2027, pero este precio tendrá un tope hasta 2030, y si continúa el alza actual en los precios de la energía, la aplicación se pospondrá por un año. Los ingresos de este nuevo mercado alimentarán en particular una “fondo social para el clima”dotado con 86.700 millones de euros, creado para ayudar a hogares y empresas vulnerables en la transición energética.

El mundo con AFP



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