La zona de interés es una de las películas más inquietantes que jamás hayas visto


Glazer mantiene sus cámaras (manejadas por el director de fotografía Łukasz Żal) alejadas de la acción, creando dioramas limpios y de paredes blancas donde viven los protagonistas de la película. Rudolf y su familia están concentrados en su pequeña piscina y su tobogán. Se preocupan por el invernadero y las plantas con flores que hay en su interior. Se preocupan por el jardín. Muy de vez en cuando, se puede escuchar un grito que emana del campo, o un grito de terror mientras se llevan a cabo torturas inefables, pero a Rudolf y Hedwig no les preocupa ningún tipo de terror o implicaciones morales. En cambio, quieren asegurarse de que su casa esté limpia y que el trabajo de Rudolf esté seguro. En un momento dado, a Hedwig le regalan un bonito y suave abrigo de piel y se lo prueba. Más tarde, encuentra un tubo de lápiz labial en el bolsillo del abrigo, que también se prueba. No se trataba de regalos comprados en unos grandes almacenes de la ciudad, sino de pertenencias robadas a una de las muchas víctimas de Auschwitz.

En otra parte de la película, uno de los hijos de Rudolf se esconde debajo de las sábanas con una linterna, rebuscando entre sus nuevas baratijas: una colección de dientes de oro.

Rudolf y Hedwig no tienen arco, ni reconocimiento de su propio mal, ni redención. Glazer señala que la Segunda Guerra Mundial no podría haber ocurrido si no hubiera una máquina de muerte masiva y desapasionada en funcionamiento, operada por personas que con la misma imparcialidad la mantenían en funcionamiento. Glazer termina su película sin mayores revelaciones. A Rudolf y Hedwig sólo les preocupaban las comodidades de la burguesía, su capacidad de ser reconocidos por el alto mando y asegurarse de que su jardín pudiera crecer. Recuerde con qué se fertiliza el jardín. Para los personajes principales, la desinfección de su espacio personal es todo lo que necesitan para vivir una vida limpia.



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