La apertura de «The Last of Us» de HBO difiere mucho del material original. En lugar de comenzar con Sarah el día del brote, la serie opta por comenzar con una exposición muy espeluznante que explica el virus que está a punto de golpear al mundo. Teniendo lugar en 1968, el presentador de un programa de entrevistas (interpretado por la estrella de «Silicon Valley», Josh Brener) habla con epidemiólogos sobre, lo adivinaste, posibles epidemias. Uno de los científicos advierte a la audiencia de un posible futuro en el que los hongos pueden infectar a los humanos debido a un clima más cálido. La advertencia es que los hongos a menudo buscan controlar a sus huéspedes, no destruirlos. Según insinuó el epidemiólogo, la infección cerebral por Cordyceps (CBI) sería la principal culpable.
La nueva apertura no solo advierte contra un tipo diferente de virus, sino que posiciona el cambio climático como un factor vital en el mundo postapocalíptico de «The Last of Us». El rápido estallido de exposición puede parecer innecesario en el gran esquema de las cosas, pero la escena refuerza cómo la historia siempre ha sido sobre los humanos, no sobre los infectados. Las señales siempre estuvieron ahí; un futuro imprevisto por muchos fue predicho mucho antes de que los muertos vivientes estuvieran entre ellos. Hablando de eso, el prólogo nos lleva directamente al día del brote, 35 años después.