Las mejores películas de terror de los años 60


8. Fiesta de sangre (1963)

Si bien el terror de los años 60 tendía a ser menos sangriento que el de las décadas siguientes, los cineastas de la época no evitaron la sangre por completo, especialmente los de Herschell Gordon Lewis, también conocido como el Padrino de Gore. A lo largo de los años 60 y principios de los 70, Lewis creó películas escabrosas y de mal gusto que salpicaban la pantalla con una sustancia roja vibrante en tecnicolor. Ninguna de estas películas tiene mucho que ofrecer en términos de personajes o temas, pero ofrecen todo el valor impactante que uno podría obtener durante esa época.

Lewis comenzó ese enfoque en 1963. Fiesta de sangre, protagonizada por Mal Arnold como Fuad Ramses, el psicótico propietario de un negocio de catering. A través de su negocio, Ramsés encuentra víctimas para mutilarlas como sacrificio en un ritual egipcio a la diosa Ishtar (que en realidad es una diosa mesopotámica, no una diosa egipcia, pero nadie va a ella). Fiesta de sangre por exactitud teológica!). A partir de esa trama absurda y probablemente problemática, Lewis se entrega al impulso, dando como resultado una película que compensa su falta de habilidad con pura audacia.

7. Carnaval de las Ánimas (1962)

Carnaval de almas es el único largometraje narrativo realizado por Herk Harvey. Pasó la mayor parte de su carrera dirigiendo películas educativas y de seguridad, incluida la premiada “Shake Hands With Danger”, inmortalizada por Teatro de ciencias misteriosas 3000 reunión en Rifftrax. Y eso es una pena porque Carnaval de almas tiene un enfoque sencillo del tema central que hace que la película parezca aún más surrealista.

Coescrito con John Clifford, Carnaval de almas Está protagonizada por Candace Hilligoss como Mary Henry, una joven que escapa de un accidente automovilístico aparentemente fatal al comienzo de la película. Para sanar el trauma del suceso, Mary se muda a Salt Lake City e intenta empezar de nuevo. Sin embargo, se encuentra atormentada por un demonio sonriente. El lento desmoronamiento de Mary y la extraña apariencia del hombre (interpretado por el propio Harvey) escalofrían al espectador, en parte debido a la manera desapasionada en la que Harvey cuenta la historia.

6. El mirón (1960)

Durante la mayor parte de su carrera, el director inglés Michael Powell trabajó con Emeric Pressburger en películas ricas y respetadas como La vida y muerte del coronel Blimp y Los zapatos rojos. En mirón sin embargo, Powell da un giro radical hacia lo vulgar, con su historia sobre un fotógrafo (Carl Böhm) que filma a las jóvenes que asesina. A pesar del tema poco prestigioso, Powell conserva todas sus habilidades como director, lo que le da mirón una escalofriante sensación de reserva.

Böhm interpreta a Mark Lewis, un aspirante a cineasta cuyo comportamiento retraído esconde una psique perturbada, no muy diferente del otro asesino de ese año, Norman Bates. Los problemas de Lewis surgen de los experimentos realizados por su padre, psicólogo, que le despojan de la capacidad de empatizar con los demás. A pesar de lo que pensaron los primeros espectadores de la película, mirón se revela como un retrato psicológico rico y aterrador.



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