Ley de extranjería: más de 5.000 cuidadores exigen su retirada al considerarla “mortal para la salud pública”


Más de 5.000 profesionales sanitarios y una cincuentena de organizaciones de cuidadores advirtieron el sábado de las «dramáticas consecuencias sanitarias y sociales», según ellos, de la ley de inmigración, pidiendo al Elíseo que «retire esta ley mortal para la salud pública». «Nosotros, mujeres y hombres de los sectores sanitario, social, asistencial y de investigación, queremos poner al presidente de la República (Emmanuel Macron) y a su gobierno ante su inmensa responsabilidad», escriben en una columna enviada a la AFP.

Temor a un “deterioro intolerable de la mortalidad infantil”

Preguntan “solemnemente” Emanuel Macron “no promulgar” el texto. Entre los firmantes se encuentran la secretaria general del sindicato de médicos de centros de salud Julie Chastang, el copresidente del colectivo Inter Urgences Pierre Schwob-Tellier, la representante de la sociedad pediátrica francesa Christèle Gras-Le Guen y la psiquiatra y secretaria nacional de el PS Antoine Pélissolo, así como organizaciones y asociaciones profesionales.

Para ellos, la ley sobre inmigración adoptada el martes por el Parlamento «pone seriamente en duda nuestro modelo humanista de salud». Tendrá consecuencias, en particular, para la salud de «los más vulnerables, los niños», aseguran, temiendo «un deterioro intolerable de la mortalidad infantil, que ya aumenta desde hace diez años en Francia» debido a «las desigualdades sociales en particular». Este texto «es contrario a la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño», escriben, citando la «limitación de la reagrupación familiar», la «complicación de los procedimientos administrativos necesarios para los menores no acompañados» o la «limitación del alojamiento en caso de emergencia».

«Efectos devastadores»

También deploran las nuevas condiciones introducidas para beneficiarse de la asistencia social. «Las restricciones a la vivienda para los inmigrantes ilegales amenazan con marginarlos aún más, obligándolos a vivir en condiciones precarias e insalubres», con «efectos devastadores para su salud física y mental», prosigue, recordando que la falta de vivienda también expone a las personas a » la calle y situaciones de vulnerabilidad sexual”.

«La suspensión de la atención médica a los solicitantes de asilo rechazados y las restricciones a los permisos de residencia debido a enfermedades graves» corren el riesgo de «aumentar las emergencias médicas» y contribuir a la propagación de «enfermedades infecciosas». Por último, recuerdan que «el 25% de los médicos que trabajan hoy en los hospitales son profesionales con un diploma procedente de fuera de la Unión Europea» (PADHUE)» y se preguntan: «¿Cómo podemos concebir humanamente que atraigamos médicos a Francia, en detrimento de sus países de origen, mientras se niegan a tratar a los enfermos de esos mismos países?



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