Liga de Campeones: el PSG pierde 2-3 en el Parque de los Príncipes ante el FC Barcelona en la ida de cuartos de final


El FC Barcelona tuvo la última palabra ante el Paris SG el miércoles por la tarde en el partido de ida de cuartos de final Liga de Campeones (3-2), al final de un partido con idas y venidas donde Ousmane Dembélé marcó y donde Kylian Mbappé falló mucho. París se encuentra en baja desfavorable antes del partido de vuelta el próximo martes en Barcelona. Sobre todo porque el equipo no se siente muy cómodo fuera de casa esta temporada y en ocasiones ha pagado un alto precio por sus andanzas en los partidos de vuelta de esta competición.

Para electrizar los debates contra su gran rival, que propinó la famosa “remontada” el 8 de marzo de 2017, el club y los ultras antes del partido retransmitieron música y desplegaron tifos sobre el tema de Star Wars. Darth Vader vistió la camiseta del Barça, Yoda la del PSG. Los parisinos parecieron poseídos por la fuerza al principio confiscando el balón y arrinconando a los barceloneses cerca de su área. Pero no fueron muy peligrosos, ya sea mediante disparos poco entusiastas de Ousmane Dembélé y Asensio o mediante la contra especial de Kylian Mbappé (12º).

Después de una primera alerta por una salida torpe de Gianluigi Donnarumma (6º), y una gran emoción cuando Nuno Mendes tuvo que empujar hacia atrás en su línea una salida fallida del mismo portero en un córner (20º), los barceloneses finalmente lo lograron. Donnarumma tuvo que repeler un diabólico centro exterior de la pepita de 16 años Lamine Yamal, y Raphinha ajustó la mira para abrir el marcador (37º). Marquinhos y Vitinha se enfrentaron durante unos buenos dos minutos para desahogar su frustración.

falso regreso

Los parisinos hicieron el papel de rebeldes tras regresar del vestuario, invirtiendo la situación en tres minutos. En primer lugar con el objetivo deOusmane Dembélé, su segundo de la temporada: tras un gancho supersónico en el lado izquierdo del área, envió un misil con la zurda sin pensar (48º). Luego, Vitinha volvió a demostrar que es un centrocampista decisivo al ajustar de cerca a Ter Stegen (51º). Celebrando largamente este segundo gol más allá de los carteles publicitarios, los parisinos dieron la impresión de haber infligido una mini-remontada a los atónitos barceloneses.

Pero los hombres de Xavi demostraron ingenio a pesar de la baja media de edad (en torno a los 25 años). Raphinha anotó un doblete castigando la fiebre de la defensa parisina, sacando un pase de campana inspirado en el entrante Pedri, incierto antes del partido (62º). El destino pareció titubear mediada la segunda mitad. Ousmane Dembélé estuvo a punto de marcar un doblete pero el poste lo bloqueó (75º).

Dos minutos más tarde, fue el París el que se resquebrajó, esta vez en un córner: Donnarumma no salió de su jaula y Andreas Christensen, otro entrante, empujó el balón a la red ante la mirada de los 11 jugadores parisinos. Era su turno de vacilar.

El PSG buscó recuperarse y realizó varias ofensivas pero ninguna tuvo éxito. Al igual que su rendimiento aproximado, Kylian Mbappé Se lanzó con todas sus fuerzas al segundo palo para atrapar un disparo fallado por Dembélé, sin éxito. Y en el tiempo añadido vio su disparo al borde del área desviado a córner. La superestrella, que dejará el PSG este verano, tendrá que hacerlo mucho mejor el próximo martes si quiere irse con buena nota. De lo contrario, su típico partido del miércoles habrá sido el último en el Parque de los Príncipes con los colores parisinos.



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