Listas de reproducción neonazis, podcasts conspirativos… ¿Cómo se moderan las plataformas de música en streaming?


Mientras que durante marzo el medio suizo RTS reveló que había encontrado listas de reproducción neonazis en Spotify, esto plantea la cuestión de la regulación de las plataformas de transmisión de música. De hecho, si Spotify afirma haber eliminado o suspendido gran parte de las canciones denunciadas, otras todavía se pueden escuchar, escondidas detrás de títulos que utilizan símbolos nazis desviados.

Plataformas accesibles para todos

Preguntado por su política de moderación, Spotify, que cuenta con 600 millones de usuarios habituales, nos remite a su normativa. Si bien la plataforma garantiza la recepción de «diferentes formas de expresión artística, ideas, perspectivas y voces», no obstante establece límites y pide evitar contenidos odiosos, engañosos, demasiado violentos o que inciten a la violencia. Por su parte, Deezer explica que está comprometido “contra la desinformación y el odio garantizando al mismo tiempo la libertad de expresión”.

Sin embargo, la moderación es complicada en estas plataformas debido a su funcionamiento. A menudo, una plataforma musical “aloja una parte del contenido, pero se hace cargo de otra parte”, explica Tristan Mendès-France, profesor especializado en culturas digitales. Entonces es más difícil controlar las publicaciones, ya que pueden ser generadas por miles de usuarios, tanto profesionales como amateurs.

¿Qué moderación actualmente?

Para moderar su contenido, Deezer explica, por ejemplo, que se basa principalmente en informes «de usuarios, asociaciones o incluso empleados». Luego, la plataforma lleva a cabo una «revisión interna» y elimina el contenido si se considera que incita al odio o es una fuente de información errónea.

Spotify también se basa en los informes de sus usuarios, pero también utiliza «herramientas automatizadas que se basan en una combinación de señales para detectar contenido que pueda violar las regulaciones». En 2022, la plataforma incluso compró la empresa Kinzen, especializada en la detección de contenidos de riesgo, para ayudar en su moderación. El incumplimiento de las reglas puede resultar en la eliminación del contenido. Spotify también asegura que “las violaciones graves o repetidas pueden resultar en la suspensión y/o cancelación de cuentas”.

Una moderación relativamente baja según Tristan Mendès-France, quien también explica que «el umbral de vigilancia lo bajan los usuarios, porque asociamos estas plataformas a contenidos musicales y, por tanto, a consumos recreativos». A diferencia de algunas redes sociales, comoconocido por su contenido cuestionable e incluso odioso, Spotify rara vez se asocia con eso.

Podcasts preocupantes

Más allá de las listas de reproducción problemáticas, Tristan Mendès-France advierte sobre otro tipo de contenidos de riesgo, más insidiosos: los podcasts. “Han pasado varios años desde que personalidades problemáticas y movimientos extremistas comprendieron el sentido de invertir en el mundo de los podcasts”, explica. Lo que resulta más preocupante y peligroso son los contenidos sobre “salud alternativa”.

El conferenciante pone como ejemplo los podcasts deIrene Grosjean, naturópata antivacunas, seguidora del raw foodismo y defensora de que los alimentos pueden curar el cáncer. También es criticada por haber defendido el contacto sexual con niños para bajarles la temperatura.

Este tipo de plataformas pueden convertirse en “aceleradores de contenidos conspirativos”, insiste Tristan Mendès-France. También recuerda que la “tasa de retención es mayor” en las plataformas de música en streaming y concluye: “Cuando empezamos a escuchar contenidos problemáticos, hay muchas posibilidades de que quedemos cautivos de ese contenido”.



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