Desde la perspectiva de Gray, Brad Pitt era el actor perfecto para encarnar estos temas. En contraste con Quentin Tarantino, quien ha dicho que ve a Pitt como «una estrella de cine, un tipo que puede sostener una toma, o una línea de diálogo descartable, y hacer que se sienta sexy e inmortal: historia instantánea del cine», Gray vio algo más:
«Sentí que Brad siempre había tenido ese tipo de, no quiero decir ira, porque la ira tiene connotaciones negativas, pero peligro en él, ¿sabes? Y ese tipo de soledad, que viene con el territorio de quién es él. . Y usas eso».
Para Pitt, este aspecto de su personalidad proviene de su crianza en los Ozarks, donde dijo: «Somos personas que hacen las cosas. No hablen mucho, háganlo». Pitt finalmente descubrió que el hábito de nunca discutir o lidiar con su vida interior tenía un impacto negativo en sí mismo y comenzó a hacer ajustes, pero sigue familiarizado con las consecuencias de guardarse los pensamientos y las emociones. La fama, que Pitt ha comparado con «ser perseguido», también ha familiarizado al actor con los efectos de la soledad.
El hecho de que su compañía, Plan B Entertainment, produjera «Ad Astra» evidentemente no fue la única razón por la que se sintió atraído por el papel principal. Pitt ha dicho: «Ha sido mi pregunta durante los últimos 15 años: si voy a hacer el papel, ¿qué puedo aportar que otra persona no pueda». En «Ad Astra», ciertamente encontró lo que estaba buscando con una parte que conectaba con él en un nivel profundamente personal y le permitía transmitir verdades universales sobre ser astronauta, padre y ser humano.