Lo que sabemos del pez ballesta, este pez sospechoso de haber mordido a bañistas en varias playas francesas


Desde el comienzo del verano, varios veraneantes han sido mordidos en el sur de Francia por peces ballesta, una especie de pez que ataca las piernas de los bañistas.

Los peces mordedores están de vuelta en el sur de Francia. Desde principios de verano, varios turistas del Mediterráneo y del Atlántico se han quejado de haber sido mordidos mientras nadaban. Échale la culpa a los «bancos de peces», explicó a Sud-Ouest, Yann Huynh-Tot, jefe de la estación de primeros auxilios en la gran playa de Hendaya en los Pirineos Atlánticos.

«Estamos acostumbrados a las picaduras de peces vivos, medusas, pero esta es la primera vez que veo este fenómeno», dijo. En el origen de estas picaduras está el ballesta, una especie de pez que tiene 14 dientes en la parte superior y 8 en la parte inferior. Apodado el «pez mordedor», el pez ballesta es capaz de triturar conchas y caparazones de cangrejos o erizos de mar. Sin embargo, sus picaduras no representan ningún riesgo para los humanos, dice Le Parisien.

una presencia ligada al calentamiento de los mares y océanos

Ballesta Picasso, ballesta rey… El pez tiene muchas variedades tropicales. Pero el que actualmente hace estragos en las playas francesas es principalmente la ballesta común gris, que tiene la particularidad de estar moteada de un ligero moteado de reflejos azulados. La presencia del pez, que sin embargo teme a los humanos, en plena temporada estival coincide con su fase de reproducción, subraya en el diario Benjamin Lafon, técnico formador del Sea Aquarium de Grau-du-Roi (Gard). Por lo tanto, el pez ballesta atacaría a los nadadores para proteger su nido y su territorio.

Esta inusual presencia de ballesta en las zonas de baño sería una de las consecuencias del calentamiento de mares y océanos. El pez parece, de hecho, extender su territorio y cazar más intensamente. Como recuerda en Le Parisien Samuel Somot, investigador del Centro Nacional de Investigaciones (CNRM), mientras el agua tiene una media de 21 a 22°C en las costas mediterráneas, su temperatura ha subido a 28°C este año.

Víctima de la sobrepesca, la especie está clasificada como “vulnerable” desde 2015 por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.



Source link-60