Aquí hay una razón para estar feliz con las cucarachas, incluso si no eres fanático de los insectos. Los investigadores redescubrieron recientemente la especie Panesthia lata de cucarachas masticadoras de madera que durante mucho tiempo se pensó que estaba extinta. No encontrarás estos bichos invadiendo tu hogar y tu despensa. Solo viven en la isla Lord Howe de Australia.
El estudiante de biología de la Universidad de Sydney, Maxim Adams, vio familias de cucarachas debajo de un solo árbol de higuera de Bengala a principios de este año. Los científicos habían pensado que las cucarachas sin alas se habían extinguido desde la década de 1930 después de que las ratas invasoras se extendieran por la isla.
El estudiante de biología de la Universidad de Sydney, Maxim Adam, posa bajo el árbol de higuera de Bengala donde se encontraron las cucarachas.
Nicholas Carlile/NSW DPE
«La supervivencia es una gran noticia, ya que han pasado más de 80 años desde que se vio por última vez», dijo el viernes el presidente de la junta de Lord Howe Island, Atticus Fleming, en un comunicado de la Universidad de Sydney. «Estas cucarachas son casi como nuestra propia versión de los pinzones de Darwin, separadas en pequeñas islas durante miles o millones de años, desarrollando su propia genética única».
Según Fleming, Lord Howe es el hogar de 1.600 especies nativas de invertebrados, la mitad de las cuales son exclusivas de la isla.
Las cucarachas cumplen una función importante en el ecosistema. Tienen microorganismos especializados en sus intestinos que les permiten comer madera en descomposición. La universidad los describe como «recicladores de nutrientes» que ayudan en la descomposición de los troncos.
El Consejo de Especies Invasoras de Australia atribuye la extinción de cinco especies de aves y al menos una docena de invertebrados al impacto de ratones y ratas en la isla de Lord Howe. Un programa de erradicación casi ha eliminado a los roedores invasores de la isla.
Los investigadores tienen la intención de estudiar las cucarachas resistentes para aprender más sobre su hábitat y actividades y cómo lograron sobrevivir. No puedo creer que esté diciendo esto, pero «¡Yay, cucarachas!»