Los eurodiputados votan a favor de reducir a la mitad el uso de pesticidas


El proyecto legislativo destinado a reducir drásticamente el uso de pesticidas en la UE dio su primer paso el martes en el Parlamento Europeo, a pesar de la hostilidad de la derecha y mientras las negociaciones entre los Estados miembros sobre este texto se estancan. El texto será sometido ahora a una votación en el pleno de todos los eurodiputados en noviembre, antes de futuras negociaciones con los Estados una vez que hayan decidido su posición.

Un objetivo elevado al 65%

La legislación sobre pesticidas propuesta en junio de 2022 por la Comisión Europea prevé reducir a la mitad para 2030, en comparación con el período 2015-2017, el uso y los riesgos a nivel de la UE de los productos químicos fitosanitarios. Este objetivo vinculante fue incluido en el texto adoptado el martes por los eurodiputados de la Comisión de Medio Ambiente (47 votos a favor, 37 votos en contra, 2 abstenciones), ampliando el período de referencia.

Este compromiso, respaldado por cargos electos de izquierdas y centristas del grupo Renew, eleva el objetivo de reducción, antes del mismo plazo, de «los productos más peligrosos» al 65%, frente al 50% propuesto por Bruselas. Un objetivo al que el Partido Popular Europeo (derecha) se opuso firmemente, al unísono con las organizaciones agrícolas mayoritarias. Para promover el uso de «componentes sustitutos», Los eurodiputados exigen a la Comisión Europea fijar un objetivo para 2030 de aumentar las ventas de “pesticidas de bajo riesgo” y productos de biocontrol, para lo cual se pide a Bruselas que acelere sus procedimientos de autorización.

Una aplicación progresiva

Los funcionarios electos quieren que cada estado adopte objetivos nacionales basados ​​en las ventas anuales de pesticidas, su nivel de peligrosidad y su superficie agrícola. En general, los pesticidas químicos se prohibirían en las «zonas sensibles» (espacios verdes urbanos, parques infantiles y campos deportivos, aceras públicas, zonas protegidas Natura 2000, etc.), así como en una franja de seguridad de cinco metros. Los eurodiputados han relajado las disposiciones y ofrecen posibilidades de exenciones.

La aplicación de las nuevas normas será gradual «para minimizar cualquier impacto en la seguridad alimentaria». Un riesgo abordado por el PPE, así como por la organización de los sindicatos agrícolas mayoritarios y los Estados miembros hostiles al texto.

Rechazada la prohibición total del glifosato

En un contexto de creciente oposición a la legislación medioambiental europea, los ministros de Agricultura todavía no se han pronunciado. Exigieron a la Comisión un nuevo estudio de impacto que evalúe posibles caídas en los rendimientos, finalmente entregado este verano. Varios países, encabezados por Francia, también están pidiendo “cláusulas espejo” que impongan las mismas reglas a los productos agrícolas importados a la UE.

Por el contrario, una declaración simbólica separada que pide la prohibición total del glifosato fue rechazada por la comisión parlamentaria, antes de una votación de los Veintisiete en noviembre sobre el destino de este herbicida considerado «probable carcinógeno» por la OMS.



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