Los pilotos de ATI están adoptando un tono menos antagónico con la esperanza de llevar a Amazon a la mesa de negociaciones. «Lo que no queremos es afectar a nuestros clientes», afirma Sterling. «Hemos hecho mucho para proteger nuestra obsesión con Amazon». Sin embargo, dice que la intransigencia de la dirección de ATSG no ha dejado a los pilotos más opción que convocar una huelga.
«Este lado de la red de Amazon es el más vulnerable a las huelgas laborales», afirma Marc Wulfraat, presidente de la consultora de logística MWPVL. Si los conductores o los trabajadores del almacén hacen huelga, la empresa puede trasladar el flujo de productos y paquetes a uno de sus muchos almacenes cercanos, pero los aeropuertos son menos numerosos y están más separados.
Amazon podría compensar una huelga en ATI transfiriendo el volumen a otras compañías aéreas bajo el paraguas de Amazon Air, pero sólo si tienen la capacidad de manejar la afluencia en todos los aeropuertos. También podría transportar algunos de sus paquetes en camión, como hizo durante la breve huelga de 2016. Sin embargo, esto podría resultar en tiempos de envío más lentos y un servicio reducido, dice Wulfraat, lo que va en contra del mantra de obsesión por el cliente de Amazon.
Los pilotos también tienen la ventaja de estar generalmente en una posición sólida en la industria aérea. «Sigue siendo un mercado laboral muy, muy atractivo» para los pilotos, dice Geoff Murray, socio que trabaja en el sector aeroespacial en la consultora de gestión Oliver Wyman. La caída en picado de la demanda de pilotos de pasajeros durante la pandemia hizo que muchos se jubilaran anticipadamente, empeorando la escasez de pilotos existente que se agudizó a medida que la industria se recuperaba. Los salarios se han disparado. Oliver Wyman estima que el salario de los capitanes en las principales aerolíneas de EE. UU., como Delta y UPS, ha aumentado un 46 por ciento desde 2020, mientras que los transportistas regionales han aumentado su salario en un 86 por ciento.
El piloto Drew Patterson llegó a ATI en 2021, atraído por el equilibrio entre el trabajo y la vida personal que ofrecía la aerolínea, pero a medida que la aerolínea perdió pilotos, vio cómo su carga de trabajo aumentaba y su agenda se volvía más impredecible. Con menos tripulaciones para operar el mismo número de vuelos, “el horario de todos los demás se comprime”, afirma. «A veces puedes estar fuera de casa durante mucho tiempo».
A largo plazo, cree que el crecimiento continuo de Amazon debería ser algo bueno para ATI y sus empleados, por lo que ha estado dispuesto a resistir. Pero no está tan seguro de que todos sus colegas sientan lo mismo acerca de las condiciones actuales en la empresa.
«Todo esto tiene una sensación real de castillo de naipes», dice Sterling. «Simplemente no podemos sostener lo que estamos haciendo».