Macron critica el acuerdo de libre comercio entre la UE y Mercosur como “muy malo” y quiere renegociarlo


Durante su visita a Brasil, el presidente francés expresó abiertamente sus dudas sobre el acuerdo UE-Mercosur en su forma actual. El acuerdo, que se negoció íntegramente en 2019 y afectaría a 700 millones de personas, lleva años en suspenso.

El presidente francés, Emmanuel Macron, durante su discurso en São Paulo en el foro económico conjunto con Brasil el 27 de marzo.

Isaac Fontana/EPO

(dpa)

El presidente francés, Emmanuel Macron, ha rechazado claramente el acuerdo de libre comercio planeado entre la Unión Europea y la alianza económica sudamericana Mercosur en su forma actual. “Tal como está ahora, es un muy mal acuerdo. Este contrato se negoció hace 20 años. Eso no es lo que queremos», afirmó el miércoles (hora local) durante una visita a la metrópoli económica brasileña de São Paulo.

“Negociemos un acuerdo nuevo y más responsable que se base en nuestros objetivos y nuestra realidad y que tenga en cuenta el desarrollo, el clima y la biodiversidad”, dijo Macron. Por otra parte, el vicepresidente brasileño, Geraldo Alckmin, y el ministro de Economía, Fernando Haddad, ya habían promovido en principio el acuerdo de libre comercio.

Macron es uno de los críticos más duros del tratado en la UE. Critica sobre todo que los agricultores y las empresas europeas tengan que cumplir estrictas directrices para reducir las emisiones de carbono, mientras que en el futuro se eliminarán los aranceles a los productos sudamericanos que no se fabriquen según las mismas normas.

El acuerdo entre la UE y la alianza Mercosur con sus estados miembros Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay crearía una de las zonas de libre comercio más grandes del mundo con más de 700 millones de habitantes. Sobre todo, se pretende reducir los aranceles y así estimular el comercio. Sin embargo, el acuerdo totalmente negociado ha estado en suspenso desde 2019. El tratado es controvertido tanto en América del Sur como en Europa. Algunos países quieren proteger sus mercados, otros temen que se debiliten las normas laborales y ambientales.



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