Madagascar, cuna de los baobabs africanos (y australianos)


¿Dónde aparecieron los primeros baobabs? Publicado el miércoles 15 de mayo en la revista Naturaleza, La resolución de este enigma lleva a Madagascar, según los resultados de un gran estudio genómico realizado por un equipo internacional liderado por científicos del Jardín Botánico de Wuhan (China) y la Universidad Queen Mary de Londres.

Para llegar a esta conclusión, los investigadores, que no ocultan su fascinación por este árbol “con una forma grotesca, un tamaño gigantesco y una longevidad legendaria”, Secuenció los genomas de ocho especies conocidas, todas agrupadas en el género. adansonia, lleva el nombre del botánico francés Michel Adanson, quien describió por primera vez el árbol en Senegal a mediados del siglo XVIII.mi siglo. Seis de estas especies se encuentran en Madagascar, otra puebla las sabanas africanas y los últimos nidos en el noroeste de Australia.

El análisis de los genes de estas diferentes especies permitió a los científicos rastrear una especie de tallo cuya aparición se localizó en Madagascar hace 41 millones de años, antes de diversificarse mediante hibridación hace 20 millones de años. Fue sólo más tarde que una de estas especies (Adansonia digitata) habría abandonado la Isla Grande para conquistar el continente africano, mientras‘Adansonia gregorii emigró a Australia.

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Según los investigadores, sólo el escenario del origen malgache de los baobabs permite comprender el flujo genético observado entre las diferentes especies. Si bien defienden la solidez de su trabajo, reconocen, sin embargo, que el tema no puede considerarse definitivamente resuelto. Esto requerirá “materiales fósiles u otra información histórica relevante”.

Vulnerabilidad

El estudio de las características genéticas de las especies endémicas de Madagascar lleva también a los investigadores a señalar la vulnerabilidad de dos de ellas: Adansonia grandidieri, que forma, entre otras cosas, el famoso “callejón de los baobabs” situado en la costa oeste, cerca de Morondava, y Adansonia suarezensis, cuyas poblaciones se concentran en el norte de la isla.

Su escasa diversidad genética y los estrechos nichos ecológicos a los que están adaptadas limitan su capacidad de adaptación a la fragmentación del hábitat y al cambio climático, explican, abogando por que se refuerce la protección de las dos especies, ahora incluidas en la Unión Internacional para la Conservación de Naturaleza (UICN) Lista Roja de Especies en Peligro.

Trabajos anteriores ya habían advertido de las consecuencias del calentamiento global para el emblemático árbol de Madagascar. Según un estudio publicado en 2021 en la revista Biología del cambio global Según un equipo dirigido por científicos del Centro de Cooperación Internacional en Investigación Agrícola para el Desarrollo (CIRAD), el aumento de las diferencias de temperatura podría ser fatal para los árboles dependientes de un entorno hasta ahora caracterizado por amplitudes térmicas muy bajas.

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Con esta brecha aumentando hasta 1°C hacia finales de siglo, como predicen los escenarios del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), muchas especies tendrán que migrar hacia el norte, donde las variaciones de temperatura son las más bajas. Pero debido a las limitaciones terrestres, no todos podrán hacerlo, explicó el estudio. Adansonia suarezensis podría así desaparecer completamente de su zona de distribución a finales de siglo.

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