“Me enterré en el trabajo, ya no tenía distancia”


Cuando Robin (algunos nombres han sido cambiados) acude a su médico en 2022, no cree que salga con baja por enfermedad. Con sólo 27 años, esta opción ni siquiera parece pasar por la cabeza de este director de proyectos de una agencia de diseño de páginas web. “Empujé la puerta de su oficina para conseguir unas pastillas para dormir, con la esperanza de volver a dormir y seguir funcionando en el trabajo. » Pero el caso es que ya no puede continuar, le alerta el profesional de la salud. Robin se vio abrumado por el trabajo extra en la start-up en la que trabajaba, que luego experimentó un crecimiento meteórico, hasta el punto de ver triplicar su plantilla en unos meses y ampliar aún más su cartera de clientes.

Ante la presión ejercida sobre su equipo, muy joven como él y poco apoyado por los mayores, desarrolló síntomas de ansiedad profesional cada vez más debilitantes. Sin “las herramientas adecuadas” y sobre todo “sin el tiempo necesario” Para satisfacer las crecientes demandas de clientes con nuevos perfiles, pasa las noches repasando las dificultades vividas durante el día y va a trabajar por la mañana con un nudo en el estómago. Antes de su arresto, rompió a llorar varias veces después de reuniones con clientes. “En el consultorio me di cuenta de que la situación realmente se había salido de control”respira Robin, que estuvo detenido durante un mes.

Verse obligado a hacer una pausa en el inicio de su vida profesional: muchos jóvenes titulados se enfrentan ahora a esta situación. La salud en el trabajo se ha deteriorado en los últimos años, especialmente entre los más jóvenes. Si bien el número de bajas por enfermedad alcanzó un nivel récord en 2022, como señalan dos estudios publicados este verano, el aumento más sorprendente afecta a los menores de 30 años. Según uno de ellos, publicado por la consultora WTW en agosto sobre el sector privado, la tasa de absentismo –un indicador de recursos humanos que tiene en cuenta (en particular) las bajas por enfermedad, los accidentes laborales y las ausencias injustificadas– en este grupo de edad ha aumentado un 32% en cuatro años, con un salto significativo entre los ejecutivos.

Ansiedad, depresión, agotamiento.

Si bien ninguno de estos estudios detalla los motivos de estas ausencias, la Seguridad Social señala que las causas principales de las largas ausencias prescritas en 2022 fueron trastornos psicológicos, como ansiedad, depresión o agotamiento. Y, a este respecto, otras encuestas coinciden: los jóvenes son, efectivamente, los más afectados por el deterioro. Entre las personas de 18 a 34 años, las bajas por enfermedad relacionadas con el sufrimiento en el trabajo aumentaron del 9% en 2016 al 19% en 2022, según un barómetro del grupo mutualista Malakoff Humanis. El consumo de somníferos, ansiolíticos o antidepresivos por parte de los empleados menores de 30 años también se duplicó entre 2019 y 2022, especifica este estudio.

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