Scott Pilgrim Takes Off no es la adaptación que esperabas


Se suponía que esto no iba a pasar, ¿verdad? Después de todo, a pesar de sus defectos, Scott es el tipo que se supone que ganará al final, usando su enorme acumulación de puntos y potenciadores para derrotar al gran villano, Gideon Graves (Jason Schwartzman). Sin embargo, el anime frustra estas expectativas, lo que hace que el famoso luchador pierda su primer combate y todos reaccionan ante su muerte de manera decepcionante. Las cosas no mejoran durante su funeral, al que la ex de Scott (¡el grande!), la sensación de la celebridad Envy Adams (Brie Larson), se presenta para cantar a todo pulmón un tema triste pero maravilloso.

La única afectada por la muerte es Ramona, quien regresa a casa y revive los momentos mágicos de su primera cita. Todo, desde las tazas de té Sleepy Time hasta la manta que las envolvió para mantenerse caliente durante la tormenta de nieve, le recuerda la tonta dulzura de Scott, y las cosas toman un giro interesante cuando escucha la voz de Scott en las autopistas subespaciales. Al llegar a la conclusión de que está vivo, Ramona decide buscar la verdad en un intento de darle sentido al lío que se desató con la aparición de Matthew en la Batalla de las Bandas.

Quizás el aspecto más interesante de la serie animada es la forma sencilla en que entrelaza nuevas ideas de los personajes en la trama en curso, algo para lo que había poco o ningún espacio en un largometraje repleto de estrellas. Por ejemplo, la película nos cuenta un poco sobre la aventura de Ramona y Roxie (Mae Whitman) durante la universidad, pero aquí nos llevan a un viaje salvaje, lleno de acción y de locaciones que termina con un tierno cierre emocional entre las dos. Si bien Ramona todavía golpea a Roxie con un martillo gigante, la recontextualización de la escena agrega más capas a su relación y nos permite ver a Roxie tal como es realmente.



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