Antes de sumergirse en el personaje de Kathleen, Lynskey habló extensamente sobre ser percibida como «delicada» en la vida real, aunque las personas que la conocen y la entienden saben que es «realmente dura». Al posicionar esta experiencia personal como un segway de cómo se percibe a Kathleen en «The Last of Us», Lynskey aclaró que tomó «una elección muy deliberada para hacerla femenina». Hay una buena razón por la que Kathleen se comporta como lo hace, que el actor explica sucintamente:
«Quería que pareciera alguien que había sido subestimada y luego colocada en esta posición en la que tenía mucho poder, y lo hizo muy bien hasta que al final lo arruinó al perseguir su venganza personal».
El programa establece una diferencia esencial entre Kathleen y su difunto hermano Michael, quien albergaba una visión idílica de la armonía social en el mundo posterior al cordyceps. Aunque Michael era amado y respetado por el hombre que era, fue Kathleen quien lideró la resistencia contra los grupos FEDRA corruptos y recuperó las QZ con pura fuerza bruta. La muerte de Michael es claramente el catalizador de la obsesión de Kathleen con la venganza, a menudo a costa de muchas, muchas vidas, y el hecho de que ella siente tan profundamente y aún así es capaz de tanta frialdad es lo que la hace realmente aterradora.
Lynskey también se refirió a la posible historia de fondo que potencialmente llevó a Kathleen a asumir esta posición de poder. Puede que ella no haya sido la que ponía mano dura a los corruptos o infectados, pero definitivamente era el tipo de persona a la que todo el mundo acudiría en busca de información clave. Ella es la que tiene «todas las respuestas», ya que puede recuperar información de las personas de manera suave pero estratégica, sin dudar en apretar el gatillo inmediatamente después de obtener lo que necesita.