Con la simplicidad como principio rector del diseño, Timm y Radomski habían encontrado una manera de combinar sus numerosas influencias en un espectáculo que aún mantenía cierta uniformidad y accesibilidad, a pesar de tener una sensibilidad oscura que no era ortodoxa en la animación en ese momento. Ese compromiso de mantener las cosas simples se extendió a Gotham City, con Radomski recordando cómo sabía que iba a tener problemas para pintar Gotham City «una y otra y otra vez». En lugar de pintar las abundantes sombras requeridas al renderizar la ciudad natal de Batman, Radomski usó cartulina negra y dibujó la luz de los entornos de Ciudad Gótica directamente sobre ella, utilizando la oscuridad ya existente de la cartulina para las sombras. Como dijo el productor ejecutivo Tom Ruegger: «no estás sacando dibujos de la luz, estás sacando el dibujo de la oscuridad, que es, por supuesto, donde vive Batman».
Además de ser otra técnica simple pero efectiva, es otro ejemplo más de la innovación que surgió de «Batman: The Animated Series», y todo esto fue antes de que se escribieran las ahora clásicas historias del programa o Kevin Conroy se hubiera acercado a una cabina vocal. . Por supuesto, tanto Timm como Radomski habían sido influenciados por la versión más oscura de Batman de Tim Burton, pero realmente habían empujado las cosas más allá de la visión de Burton para crear su propia versión verdaderamente única del universo del personaje. Era tan único que no ha habido nada parecido desde entonces, lo que parece una verdadera lástima, ya que la popularidad perdurable y el encanto de los dibujos animados de Timm y Radomski es sin duda un argumento para permitir que los creadores prueben cosas nuevas para aportar una visión integral a la pantalla. Alguien debería al menos decirle a David Zaslav que reconsidere eliminar «Batman: Caped Crusader», la continuación de «Batman: The Animated Series» en la que Timm estuvo involucrado.