«Secret Wars II» no tenía ni secretos ni guerras. En cambio, es la historia de un dios, Beyonder, que anhela comprender a la humanidad. Después de visitar a su amigo Molecule Man, viaja por el mundo de Marvel y aprende sobre comida, dinero y sexo. Un mafioso llamado Vinny le enseña a ponerse los pantalones. Eventualmente, Beyonder se apodera del mundo, pero es disuadido por una mujer llamada Circuit Breaker que aparece en los cómics «Transformers» en curso de Marvel. La escena más infame de la serie llega antes cuando Spider-Man le ofrece a Beyonder un trago de agua. El Beyonder pregunta si «aliviará esta extraña presión, esta plenitud que siento en la parte inferior del abdomen». En respuesta, Spider-Man le señala hacia el baño. Al terminar su tarea, el Beyonder grita, «¡la experiencia está consumada!» Luego desaparece en un destello de luz para molestar a Reed Richards.
En defensa de Shooter, «Secret Wars II» pretendía ser ridículo. Mientras que «Secret Wars» original era un producto capitalista puro, «Secret Wars II» criticaba los excesos de la década de 1980 de Reagan. El Beyonder refleja el hambre de las personas que lo rodean. Se cambia de ropa, transforma los edificios en oro y hace que la población de la Tierra lo adore y obedezca. Pero la verdadera felicidad está fuera de nuestro alcance. A pesar de sus ambiciones, «Secret Wars II» fue defraudada una vez más por el ritmo glacial y la mala escritura. Sean Howe lo llamó «un cuento interminable de perros peludos». Jay Edidin fue aún más lejos, calificándolo como «el reflejo retorcido de todo lo que está mal con los cómics de superhéroes del universo compartido a mediados de la década de 1980».