Muere el expresidente de Pakistán Pervez Musharraf


El gobernante militar de mucho tiempo murió en Dubai a la edad de 79 años.

Pervez Musharraf se dirige a la Asamblea General de las Naciones Unidas el 10 de noviembre de 2001 en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York.

Beth Keiser/AP

(Reuters)./labio El expresidente de Pakistán, Pervez Musharraf, murió en un hospital de Dubai después de una larga enfermedad, informaron el domingo medios locales paquistaníes. El ejército de Pakistán y la misión del país en los Emiratos Árabes Unidos confirmaron la muerte de Musharraf, de 79 años, quien fue destituido de su cargo en 2008. El exjefe del ejército vivía en un exilio autoimpuesto en Dubái.

Nacido en Nueva Delhi en 1943, Musharraf huyó a Karachi con su familia tras la partición de India y Pakistán en 1947. Después de una carrera militar empinada, fue nombrado jefe de gabinete en 1998 por el entonces primer ministro Nawaz Sharif. Un año más tarde tomó el poder al derrocar al líder de la Liga Musulmana en un golpe de estado sin derramamiento de sangre.

En sus primeros años en el gobierno, Musharraf ganó reconocimiento internacional por sus esfuerzos de reforma, haciendo cumplir las leyes que protegen los derechos de las mujeres y permitiendo canales de noticias privados por primera vez. El general también era popular entre la gente.

Después de los ataques del 11 de septiembre, se convirtió en uno de los aliados más importantes de Washington. Permitió que las fuerzas estadounidenses desplegaran drones armados desde bases secretas en suelo paquistaní. A cambio, su país recibió un generoso apoyo financiero. La economía floreció.

Musharraf fue elegido presidente en 2001. En 2007, sin embargo, el motor económico se apagó y estalló la violencia tras el asesinato de la líder opositora Benazir Bhutto. Una lucha por el poder en el poder judicial también provocó protestas. El asediado Musharraf pospuso las elecciones y declaró el estado de emergencia. 2008 vio las primeras elecciones democráticas del país en once años. El partido de Musharraf perdió y, ante un juicio político, renunció a la presidencia y huyó del país. En 2013, regresó a Pakistán para postularse para un escaño en el parlamento, pero no tuvo éxito.

En 2016 se le permitió viajar a Dubái. En 2019, un tribunal lo condenó a muerte en ausencia por imponer el estado de emergencia en 2007, pero la sentencia fue anulada posteriormente.

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