Muere la cantante española Teresa Berganza, la inolvidable ‘Carmen’


ella era la «Carmen del Siglo» para Karajan, la intérprete ideal de Mozart y Rossini: la gran mezzosoprano española Teresa Berganza falleció en su ciudad natal de Madrid el 13 de mayo, a la edad de 89 años. Aix-en-Provence la había descubierto en el verano de 1957, una voz más insolentemente aterciopelada que el cielo nocturno, una joven de 24 años que se convertiría en una de las cantantes favoritas de los melómanos franceses.

Nacida en la capital española el 16 de marzo de 1933, la pequeña Teresa se introdujo tempranamente en la música (teoría musical y piano) antes de cursar estudios completos en el conservatorio. Una infancia maravillosa, en una familia cuya consigna es el amor. Sus primeros recuerdos, la guerra terminada, se sientan a horcajadas sobre los hombros paternos, “para escuchar mejor la Banda Municipal los domingos” como ella le habia dicho Mundo en 2005. “Tocamos Mozart, Beethoven, Wagner allí. Todas las semanas íbamos también a una de las salas del Prado. Mi padre nos explicaba la historia del arte mezclando lo real y lo fantástico. Nos leía a Alejandro Dumas, a Víctor Hugo, a Cervantes, a los rusos… Era un hombre de izquierda. Había cumplido un año en prisión y mamá se había dedicado a coser para criar a mi hermano, a mi hermana ya mí. Pero éramos felices. »

Lea nuestro archivo (2005): Artículo reservado para nuestros suscriptores Teresa Berganza, una rica voz de sus años

Desde los 8 años fue iniciada en el canto por Lola Rodríguez Aragón (alumna de la cantante alemana Elisabeth Schumann), quien la formó en el repertorio mozartiano y rossiniano. La joven posee una voz excepcional, cuya amplitud abarca los rangos de mezzo y soprano. Tiene lo mejor: toda la redondez del uno, el virtuosismo del otro, capaz de llegar sin esfuerzo al mi bemol contrario. Fue en febrero de 1957 cuando Teresa Berganza debutó en un concierto en Madrid y luego en el Théâtre des Champs-Elysées de París.

Amor a primera vista en Aix-en-Provence

1957, año próspero en el que la joven cantante vuela a Italia, hilvanando papeles, entre los que destaca el rodaje de una Isabella rossiniana para la televisión en El italiano en Argel (DVD editado por Hardy Classic) antes de debutar en Aix-en-Provence con el vestuario de la sensual Dorabella de la Cosi fan tutte de Mozart bajo la dirección de Hans Rosbaud. Amor mutuo a primera vista entre la cantante y el gran festival, que la convertirá en una de sus figuras junto a Teresa Stich-Randall, Luigi Alva, Rolando Panerai y Gabriel Bacquier. En el escenario del Théâtre de l’Archevêché, la joven escribe la historia mozartiana de Aix: Cosi fan tutte (1957, 1961, 1965), Las bodas de Fígaro (1960, 1962, 1964). Pero también se vuelve rossiniano en el barbero de sevilla (1958, 1965), monteverdiano en La Coronación de Poppea (1961, 1964), sin olvidar Dido y Eneas por Purcell (1960, 1961).

Te queda el 61,63% de este artículo por leer. Lo siguiente es solo para suscriptores.



Source link-5