Un equipo de investigadores de la Universidad de Surrey desarrolló un nanorrecubrimiento que ayuda a proteger las naves espaciales y los satélites de la radiación solar al mismo tiempo que permite la recolección de energía.
Cualquier objeto hecho por el hombre que viaje al espacio enfrenta una variedad de desafíos que incluyen grandes variaciones en el calor, la radiación y la iluminación. Cualquier superficie orgánica puede ser degradada por el oxígeno atómico (AO), que se crea cuando las moléculas de oxígeno se separan con un poco de ayuda de mucha radiación ultravioleta (UV). La protección contra estos diferentes factores es a la vez desafiante y necesaria.
El nuevo recubrimiento, llamado «piel espacial», actúa como una capa de protección contra AO y UV. Se llama Estructura de Nanobarrera Multifuncional (MFNS)(Se abre en una nueva ventana) y se forma a partir de una combinación de poli(p-xilileno) y una capa de superrejilla de carbono similar al diamante. Las temperaturas también se pueden reducir significativamente mediante el uso del recubrimiento, y los investigadores afirman que las «estructuras calificadas para el espacio» pueden reducir sus temperaturas de funcionamiento de 120 grados Celsius a solo 60 grados.
El profesor Ravi Silva, director del Instituto de Tecnología Avanzada de la Universidad de Surrey y autor correspondiente del estudio de nanoestructuras multifuncionales del equipo de investigación, dijo:
«El espacio es un lugar maravilloso pero peligroso para nosotros, los humanos y otras estructuras hechas por humanos. Si bien las soluciones que ya están en el mercado ofrecen protección, son voluminosas y pueden ser restrictivas en lo que respecta al control térmico… Nuestra nueva nano barrera puede no solo proporcionan protección térmica y contra la radiación, sino que también recolectan energía para su uso en una fecha posterior».
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MFNS es «dieléctrico», lo que significa que es transparente en una amplia gama de frecuencias de radio y, por lo tanto, se puede aplicar a más superficies, incluidas las que protegen antenas y cargas útiles sensibles. La recolección de energía es posible porque se puede modificar la cantidad de AO y UV que absorbe un satélite o una nave espacial.
La investigación y el desarrollo se llevaron a cabo en colaboración con Airbus Defence and Space, y el estudio se publicó en ACS Nano(Se abre en una nueva ventana).
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