Niños en peligro: la embolia de los servicios encargados de su protección provoca situaciones dramáticas


El miércoles 20 de abril, durante el debate que lo opuso a Marine Le Pen, a cuatro días de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, Emmanuel Macron optó por hablar de juventud. “La protección de la infancia estará en el centro de los próximos cinco años”, dijo en los dos minutos de «carta blanca» que tuvo al final del programa. Chiche, queremos decir, como se degrada la situación de la protección infantil.

¿Cómo objetivar esta observación? En la Secretaría de Estado de la Infancia y la Familia no se dispone de cifras sobre la evolución de las condiciones de atención a los menores en situación de dolor o peligro. En el Ministerio de Justicia, sin embargo, se reconoce que la situación se ha deteriorado en 2021. “Es real el aumento del tiempo medio que se tarda en hacerse cargo de las medidas judiciales civiles decididas en protección de menores”, reconocemos la Place Vendôme. Todos los actores se ven afectados, Protección Judicial de la Juventud, Servicios Departamentales de Asistencia Social a la Infancia (ASE) y Sector Asociativo Empoderado.

Lejos de las estadísticas, sobre el terreno, las consecuencias concretas son a veces terribles. Gisèle Delcambre, juez de menores de Lille, relata el caso de esta madre y su hija de cinco años y medio que acaban de salir de su despacho el pasado 22 de abril. Se trataba de una audiencia para renovar la medida de acción educativa abierta reforzada (AEMO) decidida hace un año mientras se ordenaba el acogimiento de los tres hijos mayores de los hermanos. “El servicio responsable de la medición no podría atribuírselo a un educador. No se ha implementado nada. Me encuentro esta mañana en la corte sin ninguna vista externa ni nueva información sobre las condiciones de vida de esta niña en comparación con lo que sabía hace un año.señala el magistrado.

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Estos niños, fuera de la escuela, fueron abandonados a su suerte, clavados a las pantallas sin límites en términos de violencia o pornografía, con una madre que huía y un padre ausente. El AEMO, decidido para ahorrarle a la pequeña la ruptura con su madre, iba acompañado de obligaciones: educarla, instalarle una cama independiente mientras dormía con su madre, etc. Nada, salvo la palabra de la madre, permite hoy al juez hacer balance. METROme Delcambre, también presidente de la Asociación Francesa de Magistrados de la Juventud y la Familia, renovó por un año la AEMO reforzada, con la esperanza de que, esta vez, un educador pueda acudir regularmente al domicilio.

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