“No es muy agradable”: Raphaël Quenard, molesto por ciertos comentarios que le conciernen


Un ascenso meteórico. Desconocido hasta hace un año, Raphaël Quenard fue la personalidad imprescindible de la 49ª ceremonia del César. Nominado en tres categorías, el actor de 32 años se llevó el premio la estatuilla a la mejor revelación masculina por su papel en Perro de la rotura.

“Me acusan de ebriedad u otras faltas”

“Gracias a los cineastas que nos dan rienda suelta para gesticular en su mundo”, declaró el actor, que hizo reír al público con sus ocurrencias y su innato sentido de autodesprecio. “¡Estoy esperando que la musiquita acentúe la emoción!”, dijo el insolente, con una pequeña sonrisa en los labios (la música es la señal para abandonar el escenario).

Después de su coronación, Raphaël Quenard contó una anécdota del rodaje de Yannick (dirigida por Quentin Dupieux) al micrófono de Gala. En esta película, el actor, con frases y bromas inimitables, da la respuesta a Sébastien Chassagne. “Entre el público estaba su hermana, que estaba al lado de una señora”, recordó. «Después de cuatro días, esta señora dijo, hablando de mí: ‘Es gracioso y es bueno que Quentin esté dando una oportunidad a los actores discapacitados’. Porque ella creyó, por mi discurso, y quiero decirlo, porque fue mencionado. «

El actor perdió entonces los estribos, visiblemente herido por esta observación despectiva: «O se me acusa de embriaguez o de otras faltas. Esta es la realidad misma de la división entre, quizás, París y las provincias. Es considerar que un Un marcador provincial como un acento es un signo de embriaguez o de cualquier otra falta. Y encuentro que no es muy agradable acusarme de eso. Así que me niego a esta pequeña perorata, lo más cortésmente posible.»

Raphaël Quenard ya había negado tener acento. “Es un tabique nasal ligeramente desplazado que da una especie de sello frío”, aseguró a Yann Barthès.





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