Noruega impulsa la producción de petróleo y gas


Nada funciona. Ni las exhortaciones de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), que considera llegado el momento de abandonar cualquier nuevo proyecto de petróleo o gas, ni los reiterados ruegos del secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, llamando a “dejar el petróleo, el carbón y el gas en el suelo, donde pertenecen”. Como el mayor proveedor de gas de Europa en 2022, Noruega no tiene intención de reducir la velocidad.

Prueba de ello son los recientes anuncios del gobierno integrado por Laboristas y Centristas que, después de haber otorgado 47 nuevos permisos de exploración de áreas maduras en enero y propuesto 92 bloques adicionales para exploración para 2024, acaba de autorizar, el 28 de junio, diecinueve proyectos de extracción en la plataforma continental noruega, por un valor total de más de 200.000 millones de coronas (17.000 millones de euros).

En Oslo, el Ministerio de Petróleo y Energía justifica esta decisión por la necesidad de garantizar «La seguridad energética de Europa». Para compensar la caída de las entregas de gas ruso a los europeos, Noruega ya ha aumentado un 8% su producción en 2022: “Esto corresponde a 100 teravatios-hora de energía adicional suministrada al mercado europeo”dice Andreas Bjelland Eriksen, Secretario de Estado del Ministerio de Petróleo y Energía.

2022, año de beneficios récord

Dos iniciativas en particular ayudaron a aumentar las entregas: “Primero, hemos reducido la cantidad de gas que inyectamos en los pozos de petróleo para aumentar la extracción. Y luego retrasamos algunos trabajos de mantenimiento que no eran críticos”explica el secretario de Estado, que precisa que estas medidas “asegurará un alto nivel de producción en 2023 y durante los próximos cuatro o cinco años”antes de que comience la explotación de nuevos yacimientos.

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Este aumento de la producción, unido al de los precios de la energía, ha permitido a Noruega registrar beneficios récord en 2022, alcanzando los 1.457 millones de coronas (125.000 millones de euros), según el Instituto Centro de Estadísticas, tres veces más que en 2021. Beneficios que han incrementado aún más el valor de su fondo de riqueza soberana, superando ahora los 15.300 billones de coronas.

Estas enormes ganancias le han valido al país nórdico el nombre de «especulador de la guerra». A principios de este año, el primer ministro Jonas Gahr Store desestimó los cargos y dijo que Noruega estaba “un país afortunado”pero que también había producido recursos energéticos durante cincuenta años «bajo su propio riesgo». Por su parte, Andreas Bjelland Eriksen señala que el reino pudo hacer frente al aumento de la demanda en 2022, porque su gestión de los recursos “se basa en decisiones comerciales a largo plazo”. Además, añade, Noruega ha puesto en marcha “uno de los mayores programas de apoyo a Ucrania”con 10.700 millones de coronas ya pagadas en 2022 y 75.000 millones previstos para los próximos cinco años.

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