Nuevo acuerdo migratorio: la UE paga más de 7.000 millones de euros al régimen egipcio


Se supone que el gobernante Abdelfatah al-Sisi mantendrá a los inmigrantes alejados de la UE. El paquete de miles de millones de dólares compra buena voluntad en El Cairo, pero el escepticismo está justificado.

Audiencia con el “Faraón”: Ursula von der Leyen y Abdelfatah al-Sisi.

Oficina presidencial egipcia a través de la EPA

La Unión Europea ha firmado un nuevo acuerdo migratorio. Esta vez con Egipto, el país más poblado del mundo árabe. Para ello, la presidenta de la Comisión de la UE, Ursula von der Leyen, voló el domingo a El Cairo acompañada por los jefes de Gobierno de Italia, Grecia, Austria, Bélgica y Chipre.

El tamaño de esta delegación por sí solo podría verse como una indicación de cuán importante es Bruselas para la llamada “asociación estratégica e integral” con el régimen del presidente Abdelfatah al-Sisi. Se trata de fortalecer las relaciones bilaterales, la estabilidad macroeconómica, la cooperación en las áreas de energías renovables, comercio y seguridad y, sobre todo, la “gestión de la migración”.

Patrullas del desierto

El término no significa otra cosa que interceptar barcos de refugiados y sellar la frontera con Libia. Es cierto que actualmente los inmigrantes de la costa egipcia zarpan hacia Europa son relativamente raros. Sin embargo, todavía hay grandes movimientos en la ruta del Mediterráneo central a través de Libia. Y Sisi mantiene buenas relaciones con el señor de la guerra Khalifa Haftar, quien toma las decisiones en el este de Libia.

Karl Nehammer, Kyriakos Mitsotakis, Ursula von der Leyen, Abdelfatah al-Sisi, Nikos Christodoulidis, Alexander De Croo y Giorgia Meloni (de izquierda a derecha)

Karl Nehammer, Kyriakos Mitsotakis, Ursula von der Leyen, Abdelfatah al-Sisi, Nikos Christodoulidis, Alexander De Croo y Giorgia Meloni (de izquierda a derecha)

Oficina presidencial egipcia a través de la EPA

El acuerdo con Egipto tiene sentido en principio y encaja con una serie de acuerdos similares que la UE ha firmado con países de su periferia, como Túnez y Mauritania. También en este caso el presidente Sisi promete a los europeos que mantendrá alejados de ellos a los inmigrantes irregulares. A cambio, el hombre fuerte de El Cairo recibirá una generosa ayuda económica por un total de 7.400 millones de euros, que llegarán al país norteafricano de aquí a 2027.

Esta suma asciende a cinco mil millones de euros, que se pagarán como ayuda macrofinanciera en forma de préstamos, así como 600 millones de euros en subvenciones. Se destinan 1.800 millones de euros a inversiones conjuntas en los ámbitos de la seguridad alimentaria, las tecnologías verdes y la digitalización. Por último, hay otros 200 millones de euros para “proyectos específicos de migración”, es decir, para protección de fronteras y medidas de retorno.

En Bruselas se dice que se podrían desembolsar inmediatamente mil millones de euros. El resto del dinero está vinculado a medidas de reforma bajo la supervisión del Fondo Monetario Internacional. La inyección financiera llega en el momento justo para el país crónicamente endeudado. Egipto necesita 40 mil millones de dólares sólo este año para pagar su enorme deuda externa. Debido a la guerra en la Franja de Gaza, muchos turistas se han mantenido alejados. Los ataques terroristas hutíes en el Mar Rojo también han provocado el colapso de los ingresos del Canal de Suez.

La UE no es de ninguna manera el único bloque de poder que está comprando buena voluntad en El Cairo. Los Emiratos Árabes Unidos han adquirido recientemente una franja costera en el Mediterráneo por 35.000 millones de euros, donde se construirá un complejo turístico de lujo. China también promete miles de millones en inversiones y Rusia está construyendo una planta de energía nuclear en el país.

Importante actor regional

El acuerdo se preparó el año pasado. El conflicto de Gaza ha aumentado la importancia geopolítica de Egipto, que tradicionalmente se ve a sí mismo como un intermediario entre Israel y Hamás. La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, una de las fuerzas impulsoras del acuerdo, elogió el domingo los esfuerzos de El Cairo para unirse a Qatar y Estados Unidos para poner fin a la guerra.

Los europeos temen que la presión migratoria aumente dramáticamente si Israel amplía sus ataques militares en la ciudad fronteriza de Rafah en el sur de la Franja de Gaza. Egipto ya acoge a numerosos refugiados, especialmente de Sudán.

Con el nuevo acuerdo, se acabaron los días en que la UE ridiculizaba a Egipto por sus violaciones de derechos humanos. Von der Leyen también aseguró en El Cairo que uno de los objetivos del acuerdo era “trabajar juntos en nuestro compromiso de promover la democracia y los derechos humanos”. En realidad, hace tiempo que la UE llegó a un acuerdo con la autocracia del Nilo.

Organizaciones de derechos humanos como Human Rights Watch se apresuraron a describir el acuerdo como una traición a los valores europeos. Desde las filas de los Verdes en el Parlamento de la UE se dijo que el acuerdo era «moralmente reprobable e ingenuo en términos de contenido», mientras que el presidente del grupo demócrata cristiano del PPE, Manfred Weber, calificó la asociación con Egipto como «correcta y importante” para frenar los flujos migratorios.

Aunque los Estados miembros son cada vez más conscientes de que no hay forma de evitar trabajar con Sisi, el escepticismo está justificado, como muestra el ejemplo de Túnez: a pesar de un paquete de ayuda igualmente generoso, el gobierno de Kais Saied sigue siendo un socio poco fiable. La presión migratoria a través de Túnez sólo ha disminuido ligeramente. Y hay un punto más que hay que tener en cuenta: Egipto definitivamente tiene interés en la migración de sus propios ciudadanos a Europa, porque la diáspora transfiere miles de millones de euros en moneda extranjera a casa cada año.



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