El martes pasado, cuatro días después del incidente, tres menores de entre 16 y 17 años fueron detenidos y puestos a disposición policial. Al día siguiente, miércoles 14 de septiembre, un hombre de 20 años se presentó ante la policía antes de ser puesto a su vez bajo custodia policial. «Durante sus audiencias, disputaron su participación. Varios de ellos ya eran conocidos por los tribunales», dice el magistrado.
Al término de su detención policial, los cuatro sospechosos fueron imputados el jueves como parte de una investigación judicial abierta por «secuestro y reclusión forzosa cometidos en banda organizada», «violencia dolosa con resultado de incapacidad laboral total mayor a ocho días agravada por dos circunstancias” (en una reunión y con el uso o amenaza de un arma, en este caso un cuchillo).
Uno de los menores, de 16 años al momento de los hechos y que acaba de cumplir 17, fue puesto a disposición del juez de libertad y detención. El adulto y dos de los menores fueron puestos bajo vigilancia judicial por el mismo magistrado. Todos se presumen inocentes.
El motivo de este asunto sigue siendo, por el momento, desconocido.