París: una piscina cerrada debido a la crisis energética, los funcionarios electos protestan


Esto es un golpe al servicio público. La piscina Pailleron, ubicada en el distrito 19 de París, no volverá a abrir al público. La causa ? La empresa operadora ya no puede hacer frente al aumento de los precios de la energía.

Tras una semana de cierre técnico, el área deportiva Pailleron, que incluye un gimnasio, una piscina y una pista de hielo, iba a reabrir sus puertas, pero finalmente permanecerá cerrada al público. Un cierre anunciado de la noche a la mañana y que no agrada a los parisinos electos.

“Condeno el anuncio brutal y unilateral de Vert Marine de la no reapertura mañana de la zona deportiva de Pailleron, su piscina más concurrida de París y su pista de hielo. Las piscinas tienen misiones educativas con el aprendizaje escolar de la natación”, expresó François Dagnaud, alcalde del distrito 19.

“Cuando todo sea privado, seremos privados de todo”, critican a su vez los comunistas electos en el Consejo de París, que expresan su oposición “a esta delegación del servicio público a lo privado”. Y lamentar: “estas empresas no tienen el mismo apego a su misión al servicio de los parisinos. Es hora de volver al control público”.

De hecho, la empresa Vert Marine ya había señalado hace unos días el cierre «temporal» de un tercio de sus establecimientos y la colocación de su plantilla «en paro parcial», pero sin precisar que la piscina parisina sería preocupado.

Pero la crisis energética pasó por esto, y obligó al delegado del servicio público a tomar esta radical decisión, tal y como explica Vert Marine en una nota de prensa, mientras su factura energética pasó de «15 a 100 millones de euros», es decir, «toda la facturación anual». de la empresa’.

¿El primero de una larga serie?

Por ahora, solo la piscina Pailleron está cerrada por tales motivos económicos. Y si la empresa Vert Marine es también la gestora de la piscina Keller, en el distrito 15 de París, no es un delegado de servicio público.

“Eso quiere decir que es la ciudad de París la que paga las facturas”, explica uno del ejecutivo, que quiere ser tranquilizador sobre su intención de asegurar a toda costa la continuidad de este servicio público.

Pero, en pleno invierno, ¿podría el municipio parisino decidir a su vez cerrar las piscinas, lo que costaría demasiado? “No”, comunicamos en el Ayuntamiento.

“No cerramos así un servicio público”, insiste François Dagnaud, que anuncia que está en proceso de “estudiar todos los medios legales para exigir a Vert Marine la reapertura sin demora” de la piscina de Pailleron. Y para asegurar que clubes y particulares están «con ganas de esta reapertura».





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