«Breaking Bad» fue un fenómeno cultural, y Gus Fring estuvo en el centro de ese fenómeno durante las últimas temporadas. Fring era el jefe de una red masiva de metanfetaminas y el propietario de los exitosos restaurantes de pollo Los Pollos Hermanos, y la capacidad de Giancarlo Esposito de pasar de su rostro de servicio al cliente a francamente asesino en una fracción de segundo fue espantoso. «Breaking Bad» terminó en 2013, y para cuando se necesitaba a Esposito en «Better Call Saul», habían pasado algunos años y se había trasladado a otros proyectos.
Cuando se le preguntó sobre su proceso de pensamiento al volver a «Better Call Saul», Esposito fue sincero:
«Es una gran decisión para mí. Sentí que estaba pasando por el mismo baile, pero sentí que no quería volver atrás. En mi cerebro, estaba como, ‘No puedo meterme con ese tipo. Ese el tipo está acabado, hombre. Es historia. Es icónico. No quiero meterme más con él'».
El arco de Fring en «Breaking Bad» fue intenso y terminó bastante explosivo, por lo que es comprensible que Esposito dudara en volver al personaje. Después de todo, ¿por qué meterse con la perfección? Sin embargo, cuando el consumado actor se dio cuenta de que sumergirse en el personaje en un período diferente de su vida podría ser un desafío de actuación único, decidió volver a meterse.