Hace unos meses, Serena confesó que no sintió ninguna conexión con su hija Olympia durante su embarazo: «Esperé el sentimiento de que la conocía, pero el sentimiento nunca llegó», reveló a «Elle» en ese momento. .
Afortunadamente, los tiempos cambiaron después de que ella nació en 2017. Su pequeña hija significa todo para la mujer de 41 años, y se dice que esa es la razón por la que Olympia nunca debería ir al estadio a ver jugar a su madre.
Cuando se le preguntó si es cierto que temía por sus ‘instintos asesinos’, Drew respondió: «Ella vino a un partido una vez muy brevemente y dije: ‘Oh, Dios mío, ¿lleva protector solar?’ Fue una locura”. A Serena le preocupaba estar demasiado distraída con su hija porque la tenista profesional terminó teniendo que cumplir en la cancha.