Ash siempre ha sido un personaje excepcionalmente difícil para construir una historia. A primera vista, su carácter es tan simple como puede ser. Es un chico joven que quiere ser el mejor y está dispuesto a trabajar mucho y duro para lograr ese objetivo. Lo hace junto con sus amigos, tanto humanos como Pokémon. En resumen, bien podría ser un personaje de Shonen Jump, la revista que produjo éxitos como «Naruto» y «One Piece». Pero la historia de Ash está construida con limitaciones únicas. A diferencia de Naruto, Ash no tiene una tragedia definitoria que lo impulse hacia adelante, y nunca envejece. A diferencia de Luffy, el héroe de «One Piece», el mundo de «Pokémon» no puede cambiar en respuesta a las victorias de Ash. A pesar de haber viajado por todo el mundo y atrapado innumerables Pokémon, Ash apenas ha madurado desde su presentación en 1997.
Nadie estaba más frustrado por esto que el guionista original del anime Pokémon, Takeshi Shudo. Shudo entendió la franquicia «Pokémon» como una historia de adolescencia, inspirándose en películas como «Stand by Me». Logró introducir elementos más oscuros y extraños en la mitología de Pokémon en «Pokémon: La primera película», pero pronto se frustró con Ash, a quien no se le permitía cambiar de la forma en que él quería. «Quiero que Ash muestre cierto desarrollo como personaje», dijo en una publicación de blog traducida por Dr. Lava. «Quiero que algún día recuerde esos ‘días de Pokémon’ pasados con nostalgia». Shudo soñaba con un final para Pokémon donde Ash algún día podría dejarlos atrás y morir recordando los días de aventuras de su infancia. Pero en ese momento, no estaba destinado a ser.