El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, convocó a un gran mitin político en la Ciudad de México el sábado con el objetivo de energizar a sus seguidores antes de las elecciones clave del próximo año.
La reunión es vista como la respuesta del populista de izquierda a los opositores a una controvertida nueva ley electoral que él promovió.
El mitin es la «respuesta de López Obrador a la oposición que sale a protestar contra su reforma electoral», dijo a la AFP el analista político José Antonio Crespo.
Decenas de miles de mexicanos se manifestaron el 26 de febrero contra una nueva ley que reduce el tamaño y el presupuesto del Instituto Nacional Electoral (INE), el organismo independiente que supervisa las elecciones.
Los críticos ven los cambios, que fueron aprobados por el Congreso controlado por el partido gobernante el mes pasado, como un ataque a la democracia antes de las elecciones presidenciales de 2024.
Los presidentes mexicanos tienen prohibido cumplir más de un mandato de seis años, y López Obrador descartó tratar de cambiar la constitución para permanecer en el cargo.
Aun así, está ansioso por ver a su partido Morena aferrarse al poder después de que él se haga a un lado.
López Obrador, que goza de un índice de aprobación de alrededor del 60 por ciento, convocó el mitin del sábado para coincidir con el 85 aniversario de la nacionalización del petróleo mexicano.
«Tenemos que reafirmar nuestra independencia, nuestra soberanía», dijo el líder de 69 años, cuyas políticas energéticas nacionalistas han inquietado a gobiernos e inversores extranjeros.
El columnista político Hernán Gómez Bruera calificó el aniversario de la reforma electoral y la expropiación petrolera como un «pretexto» para que el presidente movilice a sus seguidores.
El mitin debe comenzar a las 5 pm (2300 GMT) y se espera que López Obrador se dirija a la multitud en la plaza principal de la Ciudad de México desde el Palacio Nacional.
Una manifestación similar en noviembre atrajo a cientos de miles de simpatizantes de López Obrador a las calles de la Ciudad de México, dos semanas después de una protesta anterior contra sus reformas electorales.
López Obrador alega que el INE avaló el fraude cuando se postuló sin éxito a la presidencia en 2006 y 2012, antes de ganar en 2018.
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