Presupuesto: el Tribunal de Cuentas advierte de la trayectoria presupuestaria del nuevo quinquenio


Esta no es la auditoría explosiva emitida al comienzo del primer mandato de cinco años de Emmanuel Macron, pero es, como mínimo, una advertencia para su segundo mandato. En su informe sobre la situación y perspectivas de las finanzas públicas, hecho público el jueves 7 de julio, el Tribunal de Cuentas insta al ejecutivo a construir una trayectoria presupuestaria «creíble» y mejor «documentar» las economías asociadas, tomando las medidas necesarias para impulsar el crecimiento.

A diferencia de la auditoría de 2017, realizada a petición del nuevo jefe de Estado y que había provocado el clamor de los socialistas al juzgar «manchado de falta de sinceridad» las cuentas de la era holandesa, es por iniciativa de la Corte que se publica este informe, redactado cada año. Su primer presidente, Pierre Moscovici, también se mostró molesto en privado por tener que echarlo atrás, a la espera de la revisión por parte de Bercy de los objetivos de crecimiento, deuda y déficit para 2022, comunicados finalmente la semana pasada.

Mirando hacia atrás en los últimos cinco años, el Tribunal de Cuentas subraya los puntos ciegos presupuestarios del gobierno, que iba a presentar el jueves un proyecto de ley sobre el poder adquisitivo acompañado de un proyecto de ley de modificación de las finanzas (PLFR), multiplicando el gasto para proteger a los franceses contra inflación galopante.

Según los magistrados, la primera mitad del mandato de cinco años fue insuficientemente utilizada por el ejecutivo para restaurar las finanzas públicas. Y es que, tras el fuerte deterioro presupuestario provocado por la crisis del Covid-19 y la puesta en marcha del “cueste lo que cueste”, la previsión de déficit para este año (5% del PIB) es todavía muy incierta. Aunque el gobierno está feliz de obtener más de 57 mil millones de euros en ingresos fiscales adicionales en comparación con su pronóstico de otoño, el gasto también será significativo.

Sin reducción de la deuda para 2027

Según el PLFR, el gasto público superaría el nivel previsto en otoño en casi 60.000 millones, señala el Tribunal: “A las medidas decididas para compensar los efectos de la subida de los precios de la energía (…) habría que sumar medidas para aumentar las pensiones y los salarios de los funcionarios, así como el impacto en la carga de intereses de la mayor inflación y los gastos de gestión de crisis sanitarias”.

Tantos obstáculos para alcanzar los objetivos recordados por Elisabeth Borne, el miércoles, en su declaración de política general ante la Asamblea Nacional: “En 2026 tendremos que empezar a reducir la deuda. En 2027 habrá que llevar el déficit público por debajo del 3% », aseguró el primer ministro.

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