¿Qué hay en el cabello de los senadores? Pesticidas, plastificantes, pero también “tierras raras”


En julio de 2022, confiaron un mechón de su cabello al laboratorio privado e independiente tocSeek, que analizó 1.800 contaminantes orgánicos y 49 metales. Los resultados se dieron a conocer el martes. «Es una alerta que enviamos», comenta a la AFP la senadora de Lot, Angèle Préville, que inició este estudio. “Si está en nuestro cabello, significa que estamos contaminados”, agrega el funcionario electo, muy comprometido con el medio ambiente, en particular contra la contaminación plástica.

El 93% de los senadores preocupados por la presencia de «tierras raras»

Los análisis revelaron en el 93% de los senadores una presencia de «tierras raras» (lantánidos), superior a la población control del laboratorio. Las «tierras raras» son metales y compuestos metálicos utilizados en la fabricación de objetos de alta tecnología que han invadido nuestra vida cotidiana: chips de teléfonos inteligentes, pantallas de computadoras portátiles, baterías de automóviles eléctricos e híbridos, LED, etc.

Esta prevalencia superior a la de la población general probablemente pueda explicarse, según tocSeek, por el uso significativo y regular de herramientas de comunicación por parte de los funcionarios electos. No en vano, sin embargo, el mercurio, este metal pesado presente en particular en las amalgamas dentales o en ciertos pescados, se encuentra en todos los senadores analizados. También están todos «contaminados» por al menos un pesticida. Se han identificado cuarenta y cinco productos diferentes (herbicidas, fungicidas, insecticidas), incluido un pesticida prohibido en Europa desde 2008, el carbofurano.

Finalmente, el plastificante «di-n-octil ftalato» (DNOP) se detectó en el 69% de los elegidos. Los plastificantes se utilizan para dar flexibilidad a los plásticos.

“Nuestra forma de vida pesa en nuestra calidad de salud”

La más comprometida contra la contaminación, Angèle Préville, es también la más protegida de los contaminantes. “Nuestra forma de vida pesa sobre nuestra calidad sanitaria, está claro”, señala el presidente del grupo socialista Patrick Kanner, que es uno de los senadores testeados.

«Cuando estoy en París, mañana, tarde y noche como fuera y no controlo lo que consumo», testifica el senador del norte, que combina «tierras raras», mercurio, pesticidas, ftalatos -sustancias químicas utilizadas como plastificantes – y parabenos – un conservante utilizado principalmente en cosmética.

Para Matthieu Davoli, cofundador del grupo tocSeek, a excepción de las «tierras raras», los resultados «son muy consistentes» con «lo que solemos ver» en la población. Esto atestigua una exposición «repetida y regular» a contaminantes presentes en alimentos y productos cosméticos o de higiene. Señala que «la contaminación a largo plazo puede traer efectos de alteración endocrina y provocar enfermedades crónicas, autoinmunes, neurodegenerativas, cánceres…»

Cuestionar patrones de consumo

En cuanto a las «tierras raras», siete senadores tienen «contaminación significativa», incluido Yan Chantrel, en representación de los franceses que viven fuera de Francia, en este caso Canadá. Después de cambiar sus hábitos, aceptó volver a hacerse la prueba el próximo otoño, con dos de sus colegas que declararon síntomas que podrían estar asociados con la intolerancia a los campos magnéticos (cansancio importante, dolores de cabeza, etc.).

Corta el wifi por la noche, no uses tu smartphone como despertador… Pequeños gestos para practicar a diario para actuar individualmente. Pero el senador insiste en que los temas de salud pública estén «plenamente integrados» en las políticas ambientales. “Esto cuestiona los modos de producción y consumo de nuestra sociedad, que acaban generando nuevas enfermedades”, advierte.

La Asamblea Nacional no es una excepción. El miércoles, el diputado ecologista Nicolas Thierry presentará a la prensa los resultados de un análisis de sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas (PFAS), más conocidas bajo el nombre de «contaminantes eternos», realizado en el cabello de 14 diputados. Ya en 2017, siete personalidades de la ecología, entre ellas Nicolas Hulot, José Bové, Yannick Jadot y Delphine Batho, se habían prestado a un análisis capilar que había revelado la presencia de disruptores endocrinos.



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