Que no cunda el pánico: las bolsas asiáticas observan con calma la invasión israelí de Gaza


Los inversores asiáticos están reaccionando con cautela ante la escalada del conflicto en Oriente Medio. En Japón, los precios están cayendo más bruscamente debido a las advertencias de ganancias de las empresas exportadoras.

El mercado asiático ya ha descontado las malas noticias de Israel.

Kimimasa Mayama / EPA

Los inversores en Asia no reaccionaron el lunes por la mañana ante la invasión de Gaza por parte del ejército israelí con pánico, sino más bien con una actitud de esperar y ver qué pasa. El índice japonés Nikkei 225 fue el que más perdió, un 1,3 por ciento, hasta 30.609 puntos, a la hora del almuerzo japonés a las 11:35 a.m. hora local. El índice Singapore Straits Times bajó sólo un 0,1 por ciento en ese momento.

Los dos barómetros de precios más importantes de China, el índice compuesto de Shanghai y el índice Hangseng de Hong Kong, cayeron un 0,4 y un 0,6 por ciento respectivamente. El mercado coreano incluso frenó su caída: el índice Kospi subió temporalmente un ligero 0,2 por ciento en comparación con el precio de cierre del viernes.

Una de las razones de la reacción tranquila de los inversores es que ya han descontado las malas noticias de Israel y la región. El índice Nikkei ha vuelto a caer desde su máximo provisional tras el ataque a Israel por parte de la organización palestina Hamás y desde entonces ha perdido un 5,7 por ciento. Según el periódico económico Nikkei, tras la invasión de las tropas israelíes existe ahora un “sentimiento de vigilancia sobre la situación en Oriente Medio”.

Los inversores japoneses reaccionan ante los malos balances trimestrales

Las mayores pérdidas en Japón también pueden atribuirse a expectativas decepcionantes sobre el desempeño de las empresas nacionales. El fabricante de productos electrónicos Omron fue castigado el lunes con un descuento temporal en el precio de sus acciones del 16 por ciento. La semana pasada, en su balance trimestral, redujo en aproximadamente tres cuartas partes la previsión de beneficios para el presente ejercicio.

El fabricante de vehículos comerciales Hino, que pertenece al grupo Toyota, perdió incluso hasta un 19 por ciento de su valor. Anunció el viernes que los costes del escándalo en torno a las pruebas de consumo manipuladas le llevarían a números rojos este año.

La noticia pesó sobre la confianza de los inversores ya que muchos accionistas acababan de comprar acciones de exportadores japoneses anticipando que la debilidad del yen aumentaría sus ganancias. Las acciones de Toyota, por ejemplo, recientemente subieron a un nivel récord.

Difícil acto de equilibrio

La gran pregunta sigue siendo si el conflicto entre Israel y Hamás se expandirá. Hay mucho en juego para las grandes naciones exportadoras de Asia Oriental, China, Japón y Corea del Sur, que dependen en gran medida de las importaciones de petróleo y gas de los Estados del Golfo. Esto hace que el acto de equilibrio diplomático sea aún más difícil entre Israel y sus socios occidentales, por un lado, y los demás Estados de la región, por el otro.

Los tres gigantes económicos asiáticos están tratando de ampliar sus relaciones con los Estados del Golfo, incluida China e Irán. El presidente surcoreano, Yoon Suk Yeol, acaba de dejar claro lo feroz que es la carrera.

Durante su viaje a Arabia Saudita y Qatar se acordaron proyectos por valor de 20 mil millones de dólares. Esto también incluye grandes entregas de armas a Arabia Saudita. Corea del Sur, aliado de Estados Unidos, se ha convertido en los últimos años en un importante exportador mundial de armas.



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