Resident Evil: Village Shadows of Rose marca un final apropiado para la historia de los Winters


Lograr un equilibrio entre la familiaridad y el cambio es lo que impulsa a Resident Evil: Village Shadows of Rose. Ambientada 16 años después de los eventos del juego base Resident Evil: Village, esta porción de DLC concluye la historia de Winters (que debutó en Resident Evil 7 de 2017) permitiéndonos llenar los zapatos de Rose, la hija de Ethan Winters. Al hacerlo, regresamos a un puñado de lugares familiares que son lo suficientemente diferentes como para sentirse frescos y nuevos. Nos enfrentamos a enemigos familiares, pero, como un protagonista más débil y lento, las batallas plantean nuevos desafíos, donde administrar los recursos es a menudo tan importante como disparar para llegar a un lugar seguro. En combate, Rose puede manejar pistolas, escopetas y bombas caseras, pero también tiene superpoderes que están vinculados explícitamente a la narrativa general del DLC. Y hacemos todo esto en perspectiva en tercera persona, rompiendo con la vista estándar en primera persona de RE7 y RE8, que agrega un sentido diferente de tamaño y escala a cada mapa.

Resident Evil: Village Shadows of Rose también es, en ocasiones, absolutamente aterrador. Y ese solo hecho es testimonio de lo bien que esta expansión de tres horas y media logra equilibrar la familiaridad y el cambio.

subiendo rosas

(Crédito de la imagen: Capcom)



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