Revisión de Carmen: una modernización fluida y hermosa que necesita una mayor claridad


Esta iteración de «Carmen» ve a Carmen (una Melissa Barrera eléctrica) huyendo de México después de la muerte de su madre, la bailarina de flamenco Zilah (Marina Tamayo). Espera encontrar refugio al otro lado de la frontera, ojalá se conecte con su madrina Masilda (Rossy de Palma). Luego conocemos al exsoldado Aidan (el hombre del momento Paul Mescal, cimentando su considerable rango), que vive en un pueblo fronterizo en una comunidad de su hermana y otros exsoldados. Aidan no tiene la valentía de sus compañeros veteranos, sino que pasa el tiempo solo, golpeando bolsas pesadas o tocando canciones tristes de guitarra. Se ve arrastrado a una salida de la patrulla fronteriza con otro ex soldado, pero cuando el comportamiento alegre y sediento de sangre de este último sorprende a Aidan y pone en peligro a Carmen, Aidan lo mata. Aidan y Carmen salen a la carretera, a la fuga.

La Carmen de Barrera es una mujer compleja: amable pero feroz, inteligente y empática, y plenamente apasionada. Es una actuación sólida, con considerables matices y seriedad. Ella emociona a través de la danza, el movimiento y el silencio al menos tanto como el diálogo, y Barrera lo logra bien, con un movimiento bellamente fluido y un control preciso. El Aidan de Mescal arde sin llama: es intenso, a veces violento, pero finalmente leal y amable. Cuando salva a Carmen, hay pocos rastros de egoísmo romántico… la posesividad egoísta o los celos desenfrenados que plagan al protagonista de la ópera Don José no se encuentran por ninguna parte, preparándose para un viaje diferente y un final tremendamente divergente para el eventuales amantes.

«Carmen» se basa mucho más en el sentimiento para llevar la historia que en la comprensión intelectual. En consecuencia, ciertos personajes y sus arcos están suscritos, pero los protagonistas venden bien su pasión y emoción a pesar de que se deja mucho a la imaginación. Al mismo tiempo, un poco más de detalle y claridad podría ser útil para seguir y sentir los principales desarrollos y elecciones. Aidan y Carmen no parecen tener intenciones románticas cuando se dan a la fuga por primera vez, y luego, con pocas bromas románticas previas, lo hacen. Aidan renuncia a su vida, pero sus motivaciones son poco exploradas. Carmen planea unirse a Masilda, pero sus procesos de pensamiento durante la mayor parte del viaje podrían explorarse mejor.

Solo desde la perspectiva de los personajes y las actuaciones, las caracterizaciones de la película tienen un guion muy escaso, pero se interpretan hábilmente y, en última instancia, es tan agradable ver la química de los protagonistas como, en ocasiones, es frustrante que casi todos los rasgos y elecciones principales de los personajes tengan que ser inferidos en gran medida.



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