Revisión de Drive-Away Dolls: un maremoto de energía lésbica traviesa


Coen coescribió «Dolls» con su esposa abiertamente lesbiana Tricia Cooke. Aunque Cooke había sido franca sobre su sexualidad, ella y Coen están casados ​​desde 1993 y han tenido dos hijos juntos. Los detalles de su vida personal se han hecho públicos recientemente. Cooke también se ha desempeñado como editor y productor asociado en muchas de las películas de los hermanos Coen. Ella y Ethan han estado preparando una comedia policial sobre viajes lésbicos durante muchos años, y el título original de la película era «Drive-Away Dykes». Aunque Ethan tiene el crédito exclusivo de dirección en el montaje final, los informes han indicado que Cooke fue esencialmente codirectora además de sus funciones de coautora.

Esta película marca la segunda vez que Ethan Coen actúa como director en solitario sin su hermano Joel, ya que anteriormente dirigió el documental de 2022 «Jerry Lee Lewis: Trouble In Mind». También es la primera película narrativa que Ethan ha hecho desde «La balada de Buster Scruggs» de 2018, una película que lo hizo agotarse un poco en el cine.

Después de haber visto «Drive-Away Dolls» y el esfuerzo como director en solitario de Joel «La tragedia de Macbeth», uno puede ver lo que cada hermano puede haber aportado. Joel era un intelectual de mal humor que aparentemente aportaba una sensación de sardónica desolación a sus obras. Ethan, por el contrario, parece haber aportado el colorido, la extravagancia humorística y los personajes descomunales. Ese equilibrio, entre bichos raros adorables despistados y arrogancia apocalíptica, fue lo que hizo que los hermanos Coen fueran únicos.

Si se elimina la desolación, se obtiene «Drive-Away Dolls», una película no más oscura que una jarra de limonada. Anticuado o no, seguirá siendo refrescante en las circunstancias adecuadas, y grandioso ver lo queer arrojado con tanta alegría.

/Clasificación de películas: 7,5 sobre 10



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