Hemos tenido muchas versiones diferentes del vampiro clásico, y el niño eterno es solo una de muchas subcategorías diferentes. Lo vemos en una película como «Entrevista con el vampiro» con Claudia de Kirsten Dunst, y aquí con Eli en «Let the Right One In». Oskar (Kåre Hedebrant) es un niño acosado y con pocos amigos, hasta que el misterioso Eli aparece en su complejo de apartamentos y hace intentos tentativos de hacerse amigo de él, pero sólo aparece por la noche. Con el tiempo, queda claro para él que Eli guarda un secreto: que ella no es una niña de 12 años como él, sino mucho, mucho mayor.
Lina Leandersson aporta una cualidad de otro mundo y eterna al personaje de Eli, y es fácil verla como una criatura que ha estado viva durante bastante tiempo. La parte que se vuelve un poco extraña es su relación con Håkan (Per Ragnar), su cómplice humano en el crimen. Es un hombre mucho mayor (aunque técnicamente más joven que ella), pero sus sentimientos por ella son fuertes, hasta el punto de que se pone celoso a medida que ella se acerca más a Oskar, sabiendo que probablemente será reemplazado por él. Es esta relación pseudoromántica la que hace que el papel de Leandersson sea incómodo.