La Defensora de los Derechos, Claire Hédon, asumió el caso de los dos manifestantes gravemente heridos el sábado 25 de marzo durante los violentos enfrentamientos que tuvieron lugar en Sainte-Soline (Deux-Sèvres), anunció la institución independiente, el jueves 30 de marzo, en la Agencia France-Presse (AFP).
La institución explica que ha incautado “ante la gravedad de las lesiones provocadas, posiblemente por armas de potencia intermedia, en el marco de una manifestación”.
Serge D., de 32 años, todavía estaba en coma el jueves y su pronóstico vital seguía comprometido. Mickaël B., de 34 años, ha recuperado la conciencia, según Benoît Feuillu, portavoz del colectivo Les Uprisings of the Earth, presente en un mitin frente al Ayuntamiento de París el jueves por la noche. Las familias de los dos hombres presentaron una denuncia, entre otras cosas, por tentativa de homicidio.
La investigación, realizada de manera independiente, tendrá como objetivo determinar “las circunstancias en que se produjeron estas lesiones, y [l]Las condiciones en que fueron rescatados los heridos”dijo el Defensor de Derechos.
Un llamado al SAMU en el centro de la polémica
De 6.000 a 8.000 personas según las autoridades, 30.000 según los organizadores, se manifestaron el sábado. En dos informes, prefectura y gendarmería defienden una respuesta específica y proporcionada a 800 a 1,000 manifestantes «radicales».
La Liga de los Derechos Humanos (LDH) denuncia lo contrario «uso inmoderado» fuerza a todos los manifestantes. Los organizadores contabilizaron 200 heridos, entre ellos al menos una persona ciega, además de los dos manifestantes sumidos en coma.
Además, funcionarios electos y observadores de la LDH presentes en el lugar denunciaron «varios casos de obstrucción por parte de la policía a la intervención de socorro»en particular sobre una situación de emergencia vital, la de Serge.
“El SAMU indicó que no podía intervenir para rescatar a un herido en estado de emergencia vital, ya que el comando había dado la orden de no hacerlo”, escribió la LDH el domingo. Un llamado al SAMU, cuyo contenido se hizo público el miércoles, está en el centro de la polémica. Esta conversación de siete minutos y medio, que El mundo pudo consultar, confirma que la policía prohibió que interviniera el socorro.