Sébastien Lecornu, ministro de las Fuerzas Armadas, considera “requisas” para el sector armamentista en el contexto de las guerras en Ucrania y Gaza


Por primera vez desde el inicio de la guerra en Ucrania, el Ministro de las Fuerzas Armadas, Sébastien Lecornu, anunció el martes 26 de marzo que estaba considerando seriamente enviar “solicitudes” a los fabricantes del sector armamentista, con el fin de acelerar la producción de un cierto número de equipos considerados cruciales.

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Se podrían tomar decisiones en esta dirección «en las próximas semanas»añadió el ministro con motivo de una rueda de prensa sobre el tema de la economía de guerra, organizada de forma inusual en París, en el cuartel general de las Fuerzas Armadas, en presencia de todos los jefes de Estado Mayor.

La necesidad de aumentar la ayuda militar a Ucrania, en una situación difícil sobre el terreno, pero también las tensiones en el Mar Rojo ligadas a las repercusiones de la guerra entre Israel y Hamás, con una marina francesa que ahora intercepta periódicamente misiles y drones disparados por Los hutíes –apoyados por Irán– son los principales causantes de estos anuncios. Desde el inicio de la participación de Francia, a finales de 2023, en operaciones para proteger el tráfico marítimo en el Mar Rojo, barcos franceses han disparado unos veintidós misiles Aster. Un ritmo que somete » tensión » reservas navales, admitió el Ministro de las Fuerzas Armadas, aunque las cifras no son públicas.

Imponer “existencias mínimas”

Las solicitudes pueden referirse “personal, existencias o herramientas de producción”, precisó Lecornu. De este modo, el ministro espera poder » para priorizar « determinadas líneas de producción, como lo permite la ley con mayor flexibilidad, desde la reforma del régimen de requisición introducida en la última ley de programación militar, aprobada en julio de 2023 y que prevé el gasto militar hasta 2030.

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«Si, a veces, los ritmos de producción son demasiado lentos, es porque existe la tentación de operar justo a tiempo y no disponer de stocks suficientes de materias primas o de componentes, para evitar inmovilizar dinero para acumular estos stocks »justificó el ministro. “Sin embargo, después de dos años de guerra en Ucrania, es impensable que la industria de defensa no continúe su transformación”añadió, amenazando en particular con imponer “existencias mínimas” a los industriales.

El objetivo de Lecornu es tanto la fabricación de proyectiles de 155 milímetros, que Ucrania necesita con urgencia, como todos los medios de defensa tierra-aire de los ejércitos, que hoy en día son extremadamente limitados. En enero de 2023, por ejemplo, se realizó un pedido importante de 200 misiles Aster por un importe de 900 millones de euros, pero su entrega actualmente sólo está prevista para 2026. Sin embargo, desde hace muchos años, el ministro aboga por un acortamiento del plazo. plazos de cuarenta a dieciocho meses. Por lo tanto, hoy está considerando pedir a los subcontratistas de MBDA –uno de los puntos clave del retraso– que den prioridad a los pedidos militares sobre aquellos que de otro modo podrían tener con fines puramente civiles.

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